Eugenio Martín Fisac es uno de los mejores especialistas en
el tiro deportivo con armas de avancarga. Se aprecia que en
el túnel delantero lleva una anilla.
Francisco Pla emplea una réplica del Waatlander.
Diópter de tipo suizo con
regulación en altura y deriva.
En las modalidades de
avancarga, tras cada disparo hay que deshacer la posición
para efectuar de nuevo la recarga.
El proceso de carga debe ser
minucioso y regular, tratando de realizar siempre los mismos
movimientos y fuerza.
En el momento del disparo, y
por efecto de la aceleración e inercia, el proyectil tiende
a expandirse hasta adaptarse a las paredes del ánima del
cañón.
Parte central del estilizado
Underhammer con algunos de los proyectiles probados.
Culata del Waatlander Bolo
típica de los rifles centroeuropeos para el tiro en la
posición de pie.
Proyectiles largos adecuados
para rifles con paso de estrías rápido.
Alza de un Rémington 1863
Zouave original. |
Favara a
6 de Diciembre de 2011
SOBRE MIS ARMAS
Mi
experiencia en esta disciplina se limita a unas pocas armas que
cubren el amplio espectro de las susceptibles de utilizar en esta
disciplina. Han sido varios los rifles que he empleado y que a continuación describiré de forma mas
detallada, una réplica del Hawken americano de calibre .45, otra
de un Rigby inglés de
calibre .451, un Bristlen A. Morgues centroeuropeo de calibre .44,
Underhammer americano de calibre .40, Rémington 1863 Zouave
original (militar) de calibre .58 y finalmente un Waatlander centroeuropeo
de fabricación artesanal y calibre .451 que es el que empleo
actualmente. De todos ellos guardo buenos recuerdos, salvo del
Under, que no conseguí “domesticar”, probablemente porque no
encontré el proyectil adecuado.
Rifle Hawken similar al empleado por
el autor en sus comienzos.
1º
Hawken.
Fue mi
primer rifle para Vetterli, una réplica del fabricada en España
(sin marca), que me fue proporcionado, en calidad de préstamo,
por mi entrañable amigo Francisco Bolonio Palomo, que
actualmente y por desgracia ya no está entre nosotros. Fue uno
de los pioneros de la avancarga en nuestro país, y que tanto me
ayudara en mis comienzos. Desde esta parte del texto, y
aprovechando que le he nombrado, le mando un recuerdo allá donde
quiera que se encuentre. Este era un rifle muy básico con su típica alza tipo “Buck Horn”
y mira de latón en forma de “aleta de tiburón”. Cañón pesado de
calibre .45 y paso de estrías de una vuelta en 1200 mm.
Disparador con sensibilizador de los de doble gatillo
habituales de este tipo de rifle. En un principio comencé
cargando con proyectil esférico envuelto en calepino de algodón,
y no iba mal del todo, la precisión era bastante aceptable. Mas
tarde un amigo me facilitó unos proyectiles ligeros (cortos) de tipo
maxibal y quedé sorprendido por la facilidad en la carga y la
mayor precisión y regularidad de los mismos. Con esa experiencia, adquirí una
turquesa (molde) similar para fabricar mis propios proyectiles y
ya no empleé mas el proyectil esférico.
Réplica de un rifle inglés tipo
Rigby fabricado en nuestro país. Ideal para el tiro a larga
distancia en la posición de tumbado, pero no tanto para Vetterli
En
aquellos tiempos, tampoco disponíamos de pólvoras tan buenas
como las actuales, más bien lo contrario. Empleaba una carga de
30 grain de la antigua pólvora española de 3F (y cuando no había
de esta, la de arcabuz), 15 grain de sémola y un proyectil del
tipo Maxibal de unos 240 grain que partía a una velocidad que
oscilaba entre los 250 y los 290 mts, dependiendo del tipo de
pólvora empleado. La de arcabuz dejaba muchos residuos y su
escasa e irregular potencia hacia que las agrupaciones nunca
estuvieran donde se esperaba. En aquellos tiempos teníamos muchos problemas
con el canal de fuego y con las chimeneas que se obstruían.
Con
este rifle, y buenos consejos, me inicié en esta exigente
disciplina, consiguiendo marcas que oscilaban entre los 93 y 95
puntos que en aquellos momentos, y dado mi nivel, consideraba
muy buenas. Pero la inquietud por los primeros puestos del podio
y las limitaciones del rifle, me hicieron buscar un nuevo modelo
que estuviera un poco por encima del Hawken.
2º
Rigby.
Una
réplica de de este modelo de rifle inglés fue mi segundo rifle
para Vetterli. No era el más indicado, pero era un rifle para el
tiro a larga distancia y disponía de diópter, algo que en aquel
momento me pareció una gran ventaja para intentarlo. Fabricado
en nuestro país en calibre .451, disponía de un estriado
ondulado típico de este modelo y con un paso de una vuelta en
510 mm (1/20”). No conseguí grandes avances respecto del Hawken,
pues si bien disponía de mejores elementos de puntería, la carga
y proyectil necesarios para obtener la máxima precisión (60
grain de la antigua pólvora portuguesa y proyectil de 475 grain)
generaban un importante retroceso. La forma de la culata,
pensada para el tiro a larga distancia en la posición de
tumbado, tampoco ayudaba mucho a sujetar el rifle en la posición
de tiro necesaria para Vetterli, por lo que no llegué a
emplearlo ni siquiera una temporada completa.
Bristlen A. Morges, tal vez uno de
los mejores rifles para la especialidad.
3º
Bristlen A. Morgues.
El
tercero fue una réplica de uno de estos rifles de tipo
centroeuropeo, en calibre .44 (11,35 mm). Tal vez el rifle mas
específico para la modalidad, ya que cuenta con todas las
ventajas para el tiro en posición de pie y a la distancia
requerida de 50 metros. No obstante, es un arma pesada, 7,2 Kg.,
que requiere mucho entrenamiento y una buena forma física, de lo
contrario son imposibles los resultados. Cañón con un paso de
estrías de una vuelta en 660 m/m y una profundidad de 0,1 mm.
Los elementos de puntería son excepcionales, la mira delantera
se compone de un túnel con un punto de bola, mientras que la
trasera es el típico diópter suizo con corrección en altura y
deriva. Para este rifle, el fabricante recomendaba el proyectil
original, uno cilindrocónico de base hueca (330 grain) que le permite tomar
fácilmente las estrías por dilatación de la falda, al tiempo que
obtura y aprovecha mejor los gases procedentes de la combustión
de la carga. No obstante los mejores resultados los he obtenido
con el mismo proyectil pero con la base maciza en lugar de hueca
y recalibrado, de tal forma que la toma de estrías se efectúa
por compresión del mismo en el momento del disparo. Llegar a
estas conclusiones me costó mas de medio año y cuando ya
desesperaba, pues no conseguía grupos aceptables, una prueba con
el proyectil modificado sin el hueco de la base, me impresionó
cerrando los grupos de cinco disparos en unos 25/35 mm, mientras
que el mismo con la base hueca era incapaz de cerrar un grupo
por debajo de los 60/70 mm.
El
proceso de carga que empleaba pasaba por limpiar el cañón entre
disparos y antes de cargar. Para ello,
paso la baqueta con un trapo de 30x30 m/m, humedecido
ligeramente con agua, luego introduzco el embudo de carga con
prolongador hasta la recámara, o próximo a esta, y vierto los 33
grain de pólvora Suiza Nº2, 10 grain de sémola y por último el
proyectil descrito, que ahora pesa 375 grain, recalibrado a
11.27 m/m (calibre entre campos). Este baja sin clavarse en las
estrías y lo asiento sobre la carga con firmeza pero evitando
deformarlo en exceso. Empleo una baqueta con guía en la punta
para evitar golpes en la zona de la recámara.
La velocidad en boca obtenida con esta
carga es de 310 mts con desviaciones extremas de 3 mts. Con este
rifle he conseguido los mayores éxitos deportivos y no ha sido
infrecuente conseguir marcas de 100 puntos, si bien tampoco eran
usuales.
Finalmente tuve que substituir este rifle, pues
requería de mucho entrenamiento para mantener un nivel adecuado
y demasiadas las disciplinas que me atraen, antes como ahora.
Este modelo de Underhammer fue
diseñado con una culata que permitía el tiro en las dos posiciones
de pie y tumbado. los elementos de puntería son inmejorables, pero
creo que precisan de un proyectil envuelto para extraer todo su
potencial. En la Parte Quinta podemos
ver unas imágenes de la tiradora alemana Sybille Schiffler cargando
un rifle de este tipo.
4º
Underhammer.
Con
este rifle me ocurrió algo similar a lo relatado en el modelo
Rigby, no llegué a competir una temporada completa, pues no
conseguí obtener un mínimo de precisión para competir en esta
exigente especialidad. De procedencia italo/teutona y buenas
referencias, no me adapté al mismo y tampoco conseguí
agrupaciones ilusionantes que me impulsaran a continuar con este
rifle. Tal vez lo descartara demasiado rápido sin llegar a
encontrar la fórmula adecuada al mismo.
5º
Rémington 1863 Zouave.
El
quinto de la lista ha sido un fusil militar original que aun
poseo. Este lo tuve que utilizar una temporada mientras
preparaba de nuevo el rifle que aparecerá en sexto lugar. Antes
de que apareciera la disciplina de Lamarmora ya eran varios los
tiradores españoles que empleaban este modelo de rifle con
excelentes resultados. Es por ello que no consideraba una
desventaja emplear un rifle militar de gran calibre en Vetterli.
El Zouave es un rifle de procedencia militar, de los conocidos
popularmente como Minié, de calibre .58 y con los elementos de
puntería originales que no ofrecen ventaja alguna. Sin embargo,
con este rifle se consiguen resultados regulares incluso con
proyectiles a baja velocidad y el proceso de carga es muy
sencillo al estar limitado el uso del embudo a uno corto de 100
mm y no poder limpiar entre disparos. La carga que empleaba era
de 35 grain de pólvora Suiza del Nº3, la misma cantidad de
sémola y proyectil de 530 grain (34,6 gramos) y calibre .582.
Esta carga hacia volar el proyectil a una velocidad de 231 mts y
con una mas que aceptable precisión, si bien las marcas tampoco
eran excesivamente altas, oscilando entre los 89 y 95 puntos.
Rémington 1863 Zouave original con el
que el autor compitió durante una temporada en Vetterli y otra en
Lamarmora.
6º
Waatlander Bolo.
Así denomino al último de los rifles que me queda por describir.
También podía haber situado en tercer lugar, pues
cronológicamente ese es el sitio que debiera ocupar, pero como
lo estoy empleando de nuevo, he preferido dejarlo para el final. Se
trata de un rifle de tipo centroeuropeo tipo waatlander, similar al Bristlen
pero mas ligero de cañón. Este modelo fue fabricado artesanalmente por mi buen amigo Francisco Bolonio a
quien ya he mencionado anteriormente. Culata muy caída,
champiñón (soporte palmar) regulable y rabera pronunciada pero
con un cañón bastante distinto. Más ligero, pero mucho menos
crítico en cuanto al proyectil y la carga. Cañón de calibre 451,
estriado en almena con un paso de una vuelta en 812 mm (1/32”) y
0,2 mm de profundidad. Disparador con sensibilizador de los de
doble gatillo. Es un arma “ligera” de 5,2 kilos. Los elementos
de puntería son idénticos a los descritos en el Bristlen, si
bien en el túnel delantero llevo una barra simple en lugar de
rematada con una esfera, que denominamos vulgarmente como “punto
de barra” (en la Parte Cuarta viene
un dibujo descriptivo de este tipo de mira).
Para
este rifle he usado varias cargas (en función de la época y
disponibilidad de pólvoras) que me han dado un resultado más que aceptable.
La primera consistía en 35 grain de pólvora española de 3F, 15
grain de sémola y proyectil Lyman del tipo Maxibal de 250 grain
engrasado solamente en la guía de abajo. Con esta carga obtenía
una velocidad media de 317 mts. No limpiaba entre disparos y la
precisión era aceptable, pero no espectacular.
Con el Waatlander Bolo es posible
conseguir grupos bastante cerrados.
Actualmente empleo una carga de 30 grain de pólvora Suiza del
Nº2, 16 grain de sémola y proyectil cilindrocónico de 255 grain.
Con esta carga obtengo una velocidad media de 341 metros por
segundo. Destacar que limpio el cañón entre disparos pasando con
la baqueta un trapo de bayeta humedecido y ataco el proyectil
con relativa fuerza. Debido a esto último, empleo baqueta con
guía en la boca para evitar daños en la recámara. Es un rifle que está un paso por atrás de
los Bristlen de calibre .44 y .35 en cuanto a precisión
intrínseca se refiere, pero en cambio su comportamiento nada
crítico y muy regular lo convierte en el arma ideal para el
autor, que ya suma años no está como en sus mejores tiempos. Los
resultados que estoy obteniendo a fecha de realizar este trabajo
son altamente satisfactorios y prometedores, pues en bastantes
ocasiones consigo marcas superiores a los 96 puntos.
Con
este rifle termino la descripción de los empleados por el autor
para esta especialidad. No son todos, pues alguno mas he tenido
o probado, pero por similitud con los anteriores, las
descripciones sirven para todos ellos. Lo que he pretendido con
estas, es la de ofrecer un punto de partida para los nuevos
aficionados que podrán contrastar sus criterios con los propios
del autor.
Continúa en la parte
8ª
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