José Ramón Galán Talens

Vetterli

SÉPTIMA   PARTE


 

 


Eugenio Martín Fisac es uno de los mejores especialistas en el tiro deportivo con armas de avancarga. Se aprecia que en el túnel delantero lleva una anilla.

 

 

 

 


Francisco Pla emplea una réplica del Waatlander.

 

 

 

 


Diópter de tipo suizo con regulación en altura y deriva.

 

 

 

 
En las modalidades de avancarga, tras cada disparo hay que deshacer la posición para efectuar de nuevo la recarga.

 

 

 


El proceso de carga debe ser minucioso y regular, tratando de realizar siempre los mismos movimientos y fuerza.

 

 

 

 


En el momento del disparo, y por efecto de la aceleración e inercia, el proyectil tiende a expandirse hasta adaptarse a las paredes del ánima del cañón.

 

 

 

 

 


Parte central del estilizado Underhammer con algunos de los proyectiles probados.

 

 

 

 

 


Culata del Waatlander Bolo típica de los rifles centroeuropeos para el tiro en la posición de pie.

 

 

 

 

 


Proyectiles largos adecuados para rifles con paso de estrías rápido.

 

 

 

 


Alza de un Rémington 1863 Zouave original.

Favara a 6 de Diciembre de 2011

 

SOBRE MIS ARMAS

Mi experiencia en esta disciplina se limita a unas pocas armas que cubren el amplio espectro de las susceptibles de utilizar en esta disciplina. Han sido varios los rifles que he empleado y que a continuación describiré de forma mas detallada, una réplica del Hawken americano de calibre .45, otra de un Rigby inglés de calibre .451, un Bristlen A. Morgues centroeuropeo de calibre .44, Underhammer americano de calibre .40, Rémington 1863 Zouave original (militar) de calibre .58 y finalmente un Waatlander centroeuropeo de fabricación artesanal y calibre .451 que es el que empleo actualmente. De todos ellos guardo buenos recuerdos, salvo del Under, que no conseguí “domesticar”, probablemente porque no encontré el proyectil adecuado.

 


Rifle Hawken similar al empleado por el autor en sus comienzos.

 

Hawken. Fue mi primer rifle para Vetterli, una réplica del fabricada en España (sin marca), que me fue proporcionado, en calidad de préstamo, por mi entrañable amigo Francisco Bolonio Palomo, que actualmente y por desgracia ya no está entre nosotros. Fue uno de los pioneros de la avancarga en nuestro país, y que tanto me ayudara en mis comienzos. Desde esta parte del texto, y aprovechando que le he nombrado, le mando un recuerdo allá donde quiera que se encuentre.
Este era un rifle muy básico con su típica alza tipo “Buck Horn” y mira de latón en forma de “aleta de tiburón”. Cañón pesado de calibre .45 y paso de estrías de una vuelta en 1200 mm. Disparador con sensibilizador de los de doble gatillo habituales de este tipo de rifle. En un principio comencé cargando con proyectil esférico envuelto en calepino de algodón, y no iba mal del todo, la precisión era bastante aceptable. Mas tarde un amigo me facilitó unos proyectiles ligeros (cortos) de tipo maxibal y quedé sorprendido por la facilidad en la carga y la mayor precisión y regularidad de los mismos. Con esa experiencia, adquirí una turquesa (molde) similar para fabricar mis propios proyectiles y ya no empleé mas el proyectil esférico.

 


Réplica de un rifle inglés tipo Rigby fabricado en nuestro país. Ideal para el tiro a larga distancia en la posición de tumbado, pero no tanto para Vetterli

 

En aquellos tiempos, tampoco disponíamos de pólvoras tan buenas como las actuales, más bien lo contrario. Empleaba una carga de 30 grain de la antigua pólvora española de 3F (y cuando no había de esta, la de arcabuz), 15 grain de sémola y un proyectil del tipo Maxibal de unos 240 grain que partía a una velocidad que oscilaba entre los 250 y los 290 mts, dependiendo del tipo de pólvora empleado. La de arcabuz dejaba muchos residuos y su escasa e irregular potencia hacia que las agrupaciones nunca estuvieran donde se esperaba. En aquellos tiempos teníamos muchos problemas con el canal de fuego y con las chimeneas que se obstruían.

Con este rifle, y buenos consejos, me inicié en esta exigente disciplina, consiguiendo marcas que oscilaban entre los 93 y 95 puntos que en aquellos momentos, y dado mi nivel, consideraba muy buenas. Pero la inquietud por los primeros puestos del podio y las limitaciones del rifle, me hicieron buscar un nuevo modelo que estuviera un poco por encima del Hawken.

 

2º Rigby.  Una réplica de de este modelo de rifle inglés fue mi segundo rifle para Vetterli. No era el más indicado, pero era un rifle para el tiro a larga distancia y disponía de diópter, algo que en aquel momento me pareció una gran ventaja para intentarlo. Fabricado en nuestro país en calibre .451, disponía de un estriado ondulado típico de este modelo y con un paso de una vuelta en 510 mm (1/20”). No conseguí grandes avances respecto del Hawken, pues si bien disponía de mejores elementos de puntería, la carga y proyectil necesarios para obtener la máxima precisión (60 grain de la antigua pólvora portuguesa y proyectil de 475 grain) generaban un importante retroceso. La forma de la culata, pensada para el tiro a larga distancia en la posición de tumbado, tampoco ayudaba mucho a sujetar el rifle en la posición de tiro necesaria para Vetterli, por lo que no llegué a emplearlo ni siquiera una temporada completa.

 


Bristlen A. Morges, tal vez uno de los mejores rifles para la especialidad.

 

3º Bristlen A. Morgues.  El tercero fue una réplica de uno de estos rifles de tipo centroeuropeo,  en calibre .44 (11,35 mm). Tal vez el rifle mas específico para la modalidad, ya que cuenta con todas las ventajas para el tiro en posición de pie y a la distancia requerida de 50 metros. No obstante, es un arma pesada, 7,2 Kg., que requiere mucho entrenamiento y una buena forma física, de lo contrario son imposibles los resultados. Cañón con un paso de estrías de una vuelta en 660 m/m y una profundidad de 0,1 mm. Los elementos de puntería son excepcionales, la mira delantera se compone de un túnel con un punto de bola, mientras que la trasera es el típico diópter suizo con corrección en altura y deriva. Para este rifle, el fabricante recomendaba el proyectil original, uno cilindrocónico de base hueca (330 grain) que le permite tomar fácilmente las estrías por dilatación de la falda, al tiempo que obtura y aprovecha mejor los gases procedentes de la combustión de la carga. No obstante los mejores resultados los he obtenido con el mismo proyectil pero con la base maciza en lugar de hueca y recalibrado, de tal forma que la toma de estrías se efectúa por compresión del mismo en el momento del disparo. Llegar a estas conclusiones me costó mas de medio año y cuando ya desesperaba, pues no conseguía grupos aceptables, una prueba con el proyectil modificado sin el hueco de la base, me impresionó cerrando los grupos de cinco disparos en unos 25/35 mm, mientras que el mismo con la base hueca era incapaz de cerrar un grupo por debajo de los 60/70 mm.     

El proceso de carga que empleaba pasaba por limpiar el cañón entre disparos y antes de cargar. Para ello, paso la baqueta con un trapo de 30x30 m/m, humedecido ligeramente con agua, luego introduzco el embudo de carga con prolongador hasta la recámara, o próximo a esta, y vierto los 33 grain de pólvora Suiza Nº2, 10 grain de sémola y por último el proyectil descrito, que ahora pesa 375 grain, recalibrado a 11.27 m/m (calibre entre campos). Este baja sin clavarse en las estrías y lo asiento sobre la carga con firmeza pero evitando deformarlo en exceso. Empleo una baqueta con guía en la punta para evitar golpes en la zona de la recámara.
La velocidad en boca obtenida con esta carga es de 310 mts con desviaciones extremas de 3 mts. Con este rifle he conseguido los mayores éxitos deportivos y no ha sido infrecuente conseguir marcas de 100 puntos, si bien tampoco eran usuales.
Finalmente tuve que substituir este rifle, pues requería de mucho entrenamiento para mantener un nivel adecuado y demasiadas las disciplinas que me atraen, antes como ahora.

 


Este modelo de Underhammer fue diseñado con una culata que permitía el tiro en las dos posiciones de pie y tumbado. los elementos de puntería son inmejorables, pero creo que precisan de un proyectil envuelto para extraer todo su potencial. En la Parte Quinta podemos ver unas imágenes de la tiradora alemana Sybille Schiffler cargando un rifle de este tipo.

 

4º Underhammer.  Con este rifle me ocurrió algo similar a lo relatado en el modelo Rigby, no llegué a competir una temporada completa, pues no conseguí obtener un mínimo de precisión para competir en esta exigente especialidad. De procedencia italo/teutona y buenas referencias, no me adapté al mismo y tampoco conseguí agrupaciones ilusionantes que me impulsaran a continuar con este rifle. Tal vez lo descartara demasiado rápido sin llegar a encontrar la fórmula adecuada al mismo.

 

5º Rémington 1863 Zouave.  El quinto de la lista ha sido un fusil militar original que aun poseo. Este lo tuve que utilizar una temporada mientras preparaba de nuevo el rifle que aparecerá en sexto lugar. Antes de que apareciera la disciplina de Lamarmora ya eran varios los tiradores españoles que empleaban este modelo de rifle con excelentes resultados. Es por ello que no consideraba una desventaja emplear un rifle militar de gran calibre en Vetterli. El Zouave es un rifle de procedencia militar, de los conocidos popularmente como Minié, de calibre .58 y con los elementos de puntería originales que no ofrecen ventaja alguna. Sin embargo, con este rifle se consiguen resultados regulares incluso con proyectiles a baja velocidad y el proceso de carga es muy sencillo al estar limitado el uso del embudo a uno corto de 100 mm y no poder limpiar entre disparos. La carga que empleaba era de 35 grain de pólvora Suiza del Nº3, la misma cantidad de sémola y proyectil de 530 grain (34,6 gramos) y calibre .582. Esta carga hacia volar el proyectil a una velocidad de 231 mts y con una mas que aceptable precisión, si bien las marcas tampoco eran excesivamente altas, oscilando entre los 89 y 95 puntos.

 


Rémington 1863 Zouave original con el que el autor compitió durante una temporada en Vetterli y otra en Lamarmora.

 

6º Waatlander Bolo. Así denomino al último de los rifles que me queda por describir. También podía haber situado en tercer lugar, pues cronológicamente ese es el sitio que debiera ocupar, pero como lo estoy empleando de nuevo, he preferido dejarlo para el final. Se trata de un rifle de tipo centroeuropeo tipo waatlander, similar al Bristlen pero mas ligero de cañón. Este modelo fue fabricado artesanalmente por mi buen amigo Francisco Bolonio a quien ya he mencionado anteriormente. Culata muy caída, champiñón (soporte palmar) regulable y rabera pronunciada pero con un cañón bastante distinto. Más ligero, pero mucho menos crítico en cuanto al proyectil y la carga. Cañón de calibre 451, estriado en almena con un paso de una vuelta en 812 mm (1/32”) y 0,2 mm de profundidad. Disparador con sensibilizador de los de doble gatillo. Es un arma “ligera” de 5,2 kilos. Los elementos de puntería son idénticos a los descritos en el Bristlen, si bien en el túnel delantero llevo una barra simple en lugar de rematada con una esfera, que denominamos vulgarmente como “punto de barra” (en la Parte Cuarta viene un dibujo descriptivo de este tipo de mira).

Para este rifle he usado varias cargas (en función de la época y disponibilidad de pólvoras) que me han dado un resultado más que aceptable. La primera consistía en 35 grain de pólvora española de 3F, 15 grain de sémola y proyectil Lyman del tipo Maxibal de 250 grain engrasado solamente en la guía de abajo. Con esta carga obtenía una velocidad media de 317 mts. No limpiaba entre disparos y la precisión era aceptable, pero no espectacular.

 


Con el Waatlander Bolo es posible conseguir grupos bastante cerrados.

 

Actualmente empleo una carga de 30 grain de pólvora Suiza del Nº2, 16 grain de sémola y proyectil cilindrocónico de 255 grain. Con esta carga obtengo una velocidad media de 341 metros por segundo. Destacar que limpio el cañón entre disparos pasando con la baqueta un trapo de bayeta humedecido y ataco el proyectil con relativa fuerza. Debido a esto último, empleo baqueta con guía en la boca para evitar daños en la recámara. Es un rifle que está un paso por atrás de los Bristlen de calibre .44 y .35 en cuanto a precisión intrínseca se refiere, pero en cambio su comportamiento nada crítico y muy regular lo convierte en el arma ideal para el autor, que ya suma años no está como en sus mejores tiempos. Los resultados que estoy obteniendo a fecha de realizar este trabajo son altamente satisfactorios y prometedores, pues en bastantes ocasiones consigo marcas superiores a los 96 puntos.

Con este rifle termino la descripción de los empleados por el autor para esta especialidad. No son todos, pues alguno mas he tenido o probado, pero por similitud con los anteriores, las descripciones sirven para todos ellos. Lo que he pretendido con estas, es la de ofrecer un punto de partida para los nuevos aficionados que podrán contrastar sus criterios con los propios del autor.

 

Continúa en la parte 8ª

   
 
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