José Ramón Galán Talens

Parte primera

Parte segunda Parte tercera Parte cuarta

 

El empleo del proyectil esférico envuelto en un calepino humedecido, facilita la carga, limpia el ánima durante la introducción y mejora la toma de estrías atenuando las imperfecciones de las mismas

 

Segunda parte

El calepino en la actualidad

Actualmente, su difusión en el tiro deportivo con armas de avancarga, resulta mayoritario en las disciplinas que emplean proyectil esférico, tanto las de ánima lisa, como las estriadas. Actualmente son éstas las modalidades que obligatoriamente deben emplear el proyectil esférico:

·         Kuchenreuter (pistola de duelo percusión 25 metros).

·         Cominazzo (pistola de duelo chispa 25 metros).

·         Tanzutsu (pistola de mecha 25 metros).

·         Tanegashima e Hizadai (arcabuz de mecha en las dos posiciones de tiro 50 metros).

·         Pennsylvania (rifle chispa 50 metros).

·         Miquelet (mosquete militar de chispa y ánima lisa 50 metros).

·         Maximilian (rifle de chispa a 100 metros).

 

En la disciplina de Miquelet (mosquete de chispa militar a 50 metros) lo emplean la mayoría de los tiradores españoles, pero no está generalizado su uso entre todos los tiradores internacionales, ya que algunos suelen cargar con un proyectil forzado de un calibre ligeramente inferior al del arma, obteniendo además muy buenos resultados en esta disciplina.

A pesar de los inmejorables resultados que se obtienen con el uso de este componente, no es en absoluto esencial para la consecución de buenos resultados, y algunos de los mejores tiradores, no lo usan. Como ejemplo de ello, indicar que el actual récord de España en Kuchenreuter Original (98/100 puntos) lo tiene José Andréu Torregrosa, y fue conseguido con una pistola belga de cañón rayado tipo microestría, que carga con bala forzada desde el comienzo del cañón, bajándola a golpes de mazo.

A pesar de lo dicho, con el uso del calepino se gana en comodidad y precisión, salvo que tengamos un arma con un estriado especial del tipo “microestría” u “ondulado” que por su estado de deterioro, requiera de una carga sin este elemento. Por ello la mayoría de tiradores de todo el mundo, emplean el calepino o envuelta, siendo aconsejado su uso por los mejores fabricantes de armas de avancarga nacionales e internacionales.

 

Izq.- Calepino comercial de algodón (0,4 mm) antes y después de ser disparado con arma de ánima lisa. Se aprecia que ha cumplido bien su trabajo de obturación.
Der.- Calepinos de lino (0,25 mm) recogidos tras ser disparados. Se aprecian las "mordidas" de las estrías. y no parece que haya habido fuga de gases.

 

El calepino en las armas rayadas

El calepino debe envolver el proyectil (siempre esférico) lo mas centrado posible, y además deberemos escoger el espesor del mismo para que entre ajustado a través del ánima del cañón. Esto es muy importante para que el proyectil tome correctamente el efecto giroscópico de las estrías y tiene mayor importancia a medida que se aumenta la velocidad inicial o cuando el giro de las estrías es más rápido.

Otra de las ventajas de este componente, es el de permitirnos efectuar dispararos a mayor velocidad inicial que si usáramos plomo desnudo, puro o aleado, pues el material que estará en contacto con las estrías es el tejido de que esta realizado el calepino. Por este motivo deberemos escoger el tipo de tejido (algodón, lino etc.), resistencia y espesor del mismo, en función de la velocidad a que vayamos a someterlo, pues necesitaremos mayor resistencia a medida que aumentemos la velocidad inicial.

Los calepinos de lino son más resistentes que los  de algodón, pero es la trama con la que están tejidos lo que en definitiva los hace más o menos tenaces. En cualquier caso, con ambos se obtienen buenos resultados. Cuando necesitemos mayor resistencia sin poder aumentar el grosor, emplearemos la tela de lino y viceversa, cuando necesitemos mayor grosor, bien sea por adaptar el proyectil al ánima del cañón o por una mayor profundidad de estrías, emplearemos algodón, pues en este último material se encuentra mayor diversidad de tejidos. Debemos prestar especial atención a la trama con que está tejido, no solamente su espesor.

Como norma básica, deberíamos emplear calepinos de algodón finos (de 0,2 a 0,3 m/m) en las pistolas, debido a que las velocidades que se alcanzan en boca no suelen superar los 350 mts.

En cambio para la disciplina de Pennsylvania y Maximilian, será muy conveniente emplear un calepino de mayor grosor (0,4 a 0,5 m/m) debido a que en esta modalidad se alcanzan con facilidad los 550 mts. En estas especialidades de arma larga, y por la distancia a la que se disparan (50 y 100 metros) es muy importante buscar el calepino que mejores resultados nos ofrezca, pues de este componente dependerá en gran manera la precisión y regularidad de los disparos.

El efecto más indeseable en un calepino o envuelta, es que se rompa durante el disparo, bien sea por debilidad del tejido o por desajuste del mismo (relación calibre, proyectil, envuelta). Este accidente perjudica gravemente la balística de exterior y sus efectos se magnifican cuanto mayor sea la distancia a la que se dispara. No ocurre con las armas de ánima lisa, pues son las estrías las causantes de esta consecuencia.

Es muy importante recoger algunos calepinos disparados (caen a 5-10 metros del puesto de tiro) para comprobar el estado en que se encuentran, pues nos ofrecen mucha información sobre la idoneidad de nuestra carga (relación entre calibre, proyectil y envuelta que hemos mencionado anteriormente). En caso de que recojamos algunos rotos, puede ser debido a un grosor inadecuado o defectuoso material del calepino (no todos los tejidos son de la misma calidad), y deberemos subsanar este defecto aumentando el espesor o substituyendo el tipo de tejido.

En caso de recoger calepinos totalmente oscurecidos de residuos de pólvora (los gases han adelantado a la envuelta), deberemos aumentar el grosor de los mismos, pues este síntoma nos indicaría que no obturan correctamente los gases del disparo. Todos estos efectos reseñados, tendrán como consecuencia disparos defectuosos, por lo que es importante que busquemos la solución en aras de unos mejores resultados y por satisfacción personal.

No quiero terminar este apartado sin comentar algo que la mayoría de los tiradores saben, pero que genera dudas entre los que empiezan en el tiro deportivo con armas de avancarga. Es referente al uso de calepinos en los revólveres de avancarga, y la respuesta es NO, no se pueden usar calepinos en los revólveres porque es imposible asegurar su disposición durante el tránsito de la recámara al cañón en el momento del disparo, pudiendo generar algún grave problema de sobrepresión. Por lo tanto, en los revólveres ¡¡¡NUNCA!!! se deben emplear calepinos envolviendo los proyectiles, aunque estos sean esféricos.

 

Izq.- Calepino recuperado de alta calidad. Se aprecia con claridad las marcas que han dejado las estrías, pero sin llegar a romperlo. A cumplido bien su cometido.
Der.- José Andréu Torregrosa, actual récordman de Kuchenreuter original con 98 puntos (Vitoria, junio de 1991). Ver récords de España.

 

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