José Ramón Galán Talens

Parte tercera

 

PRIMERAS IMPRESIONES CON LA TANZUTSU

 

Poseo una pistola Tanzutsu de producción española, ARSA. La primera toma de contacto me sirvió para conocer superficialmente sus reacciones, equilibrio, encendido, disparador y lo más importante, observar la zona de impacto a fin de poder ajustar los elementos de puntería para que el disparo impactara en el sitio deseado, aunque más que (ajustar), debería haber empleado la palabra (modificar), pues las miras no son graduables, y solo podremos hacer pequeñas variaciones mediante la lima.

 

La peculiaridad de la empuñadura es responsable de la dificultad en la acción de asir la pistola, único punto de unión y sostén que tenemos entre tirador y arma, y responsable en alto porcentaje de la dirección que tomarán los proyectiles que salgan “disparados”. El ángulo extremadamente abierto de la culata (unos 162º) es culpable de esta dificultad aludida, y que nos obliga a empuñar la pistola de forma muy forzada.

 

Esta dificultad en la sujeción queda compensada de alguna manera con el eje del cañón, quedando como una prolongación de nuestro brazo. Gracias a ello y al equilibrio del arma, el retroceso es lineal y claro, muy de agradecer en un arma de este tipo que dispara con cargas fuertes.

 

En el puesto de tiro, se ha comportado como era de esperar, precisa cuando hacemos las cosas bien y lo contrario.

 

El sistema de encendido genera una cierta intranquilidad, sobre todo al principio cuando aun no estamos familiarizados con el arma. En algunas ocasiones no se inflama el cebo, o lo hace tarde, por una incorrecta posición de la mecha sobre el serpentín o por exceso de polvorín. En cualquier caso, este suceso causa bastante estrés en el tirador, pues en el momento de levantar la mecha, es altamente probable que se produzca el disparo.

 

Las llaves de mecha en general, y ésta en particular, precisan de un entrenamiento previo con las mismas a fin de habituarnos a cargarla de manera eficaz y precisa, ya que aunque muy fiables, son propensas a fallar, principalmente por problemas con la fijación de la mecha o por haberse consumido una parte de ella mientras apuntamos, especialmente si nos retrasamos en la ejecución del disparo. El viento también puede ser un factor de irregularidad en el encendido, ya que una vez que abrimos la cazoleta, cualquier chispa procedente de la mecha, podría disparar la pistola.

 

A pesar de la peculiaridad de las pistolas de mecha (ánima lisa, encendido, elementos de puntería fijos etc.), es una arma que levantará pasiones y con la que a medio plazo se pueden conseguir buenos resultados deportivos. No debemos sacar equívocas conclusiones de las dificultades resaltadas, es un arma extremadamente precisa y fiable, pero que requiere de entrenamiento y familiaridad para minimizar los errores que pudiéramos cometer, en la fijación y orientación de la mecha especialmente.

 

Este adiestramiento con la pistola, recomiendo se haga con la pistola descargada, lo que se da en llamar “tiro en seco” pero con la pistola cebada, de forma que en lugar de disparos, lo que haremos es pegar “fogonazos”. Esto puede parecer aburrido, pero es la mejor manera de ejercitarnos con el encendido y la empuñadura, redundando todo ello en unos mejores resultados posteriores que seguro agradeceremos. Ésta forma de entrenamiento puede servirnos para educar a nuestro subconsciente a fin de que mantenga los ojos abiertos durante el disparo. Atención al empleo de gafas de protección (por seguridad y porque obliga el reglamento MLAIC) como si de una competición se tratara.

 

Personalmente he conseguido un encendido aceptablemente rápido, al menos en la mayoría de las ocasiones, siendo poco apreciable el “bufido” del cebo. Pero aun así es muy importante que seamos realistas en nuestras exigencias, no deja de ser una pistola de mecha y deben ocurrir varias cosas antes de que se produzca el disparo.

 

  

 

Izq.- Fotomontaje del título de Campeón de Europa conseguido en Valencia-España 2009. El autor comparte podio con dos verdaderas autoridades de la especialidad, Werner Fasching (oro en el mundial 2010) y Jean-Luc Miquerol (también 3º mundial 2012).

Der.- El autor con Sigeo Sugawa, uno de los mayores expertos en de fuego japonesas y autor de varios libros sobre el tema.

 

 

Izq.- Fernando Serrano junto al tirador inglés John Marsh, nos enseñan sus Tanzutsu originales.

Der.- El autor recibe la felicitación del tirador austríaco Helmut Zöbl tras finalizar la prueba de Tanzutsu en el mundial de Adelaide-Australia 2008 en que se impuso con una discreta marca de 91 puntos.

 

CARGAS Y VELOCIDADES

 

Nunca se tiene la suficiente experiencia en este tipo de pistolas, ocurre algo parecido a Cominazzo, en que pequeños detalles tienen una repercusión enorme en los resultados deportivos. Y es por ello que deberemos cuidar todas esas pequeñeces, sin dejar ninguna al azar.

 

La carga es uno de los aspectos que los tiradores que se inician preguntan con más ahínco, como si de ella dependiera la precisión final del arma. Puedo asegurar que no es así, serán otros los factores que la determinen. Aunque es cierto que al ser un arma de ánima lisa, requiere un disparo tenso que mantenga un mínimo de regularidad. De la misma forma que podemos asegurar que cuanto menos tiempo esté el proyectil en el cañón tras el disparo, más probabilidades existen de que impacte en el sitio donde hemos apuntado.

 

Personalmente he probado un sinfín de cargas diferentes, tanto en lo que se refiere al tipo de pólvora, como a la cantidad de ésta, llegando a la conclusión de que la carga mínima aceptable es de 20 grain de la mejor pólvora que podamos conseguir. Con esta nos acercaremos a los 300 mts, velocidad mínima a la que debiéramos disparar. No obstante, las cargas empleadas por la mayoría de tiradores con resultados dignos de mención, siempre serán superiores a ésta y oscilan entre los 30 y 40 grain de pólvora Suiza del número 1 o 2, con lo que sitúan la velocidad en boca en torno a los 400 mts.

 

Respecto de la sémola, cada cual debe decidir si emplearla o no. No aporta nada bueno ni malo al comportamiento del arma. Personalmente no tengo un criterio claro sobre su uso en esta disciplina, en ocasiones lo hago y en otras no. Últimamente me decanto por cargar con sémola para introducir el calepino más húmedo de lo normal, en la intención de que ayude en la limpieza del ánima.

 

A pesar de lo mencionado y a título orientativo, os pasamos un cuadro con diferentes cargas y velocidades obtenidas, a fin de que cada cual saque sus propias conclusiones.

 


Proyectil esférico de .395, calepino de 0,30 y 10 grain de sémola.
 

Pólvora/Carga

20 grain

25 grain

30 grain

35 grain

40 grain

  PNF2

289 mts

329 mts

352 mts

360 mts

376 mts

  Portuguesa 4F

293 mts

340 mts

349 mts

354 mts

357 mts

  Suiza Nº1

323 mts

369 mts

381 mts

395 mts

403 mts

 

 

Las velocidades que aparecen en la tabla anterior, han sido medidas a 3 metros de la boca del arma, y son solo orientativas para que podamos apreciar el comportamiento de las diferentes pólvoras. Como nota curiosa observamos como la Portuguesa tiene un mejor comportamiento que la PNF2 en las cargas bajas, mientras que pierde prestaciones a partir de los 30 grain.

Personalmente he comprobado que las cargas de 20 grain son las más imprecisas de todas las probadas y que solo a partir de los 25 grain la precisión era aceptable. Considero óptimas las cargas que oscilan entre los 30 y 40 grain de las distintas pólvoras. He probado incluso con 45 grain, pero el retroceso resulta muy desagradable y no se aprecia mejora substancial respecto de las cargas de 35.

 

En las pruebas de precisión he ensayado cargas con y sin sémola, no apreciando diferencia alguna, si bien la máxima precisión la he logrado con las cargas más altas. Alta velocidad en boca en las armas de ánima lisa, es sinónimo de una trayectoria tensa y por ende menos sensible a las inclemencias atmosféricas y/o pequeñas alteraciones de la velocidad inicial. Todos estos ensayos han sido realizados con el arma apoyada en banco.

 

Sería muy aconsejable que cada tirador escoja una carga donde el retroceso le sea tolerable y controlable (cada persona lo soporta de forma diferente). Es preferible bajar la carga y sacrificar algo de precisión, a cambio de mantener un mejor control en el momento del disparo.

 

Personalmente siempre he cargado con 40 grain de Suiza Nº1, aunque en las últimas competiciones estoy empleando, con óptimos resultados deportivos, una carga de 30 grain de pólvora Suiza Nº1, 7 de sémola y proyectil esférico de calibre .395 envuelto en un calepino de algodón de 0,35 mm de espesor humedecido en agua jabonosa. El retroceso con esta carga es tolerable y la precisión muy buena (sobre todo cuando la “sujeto” bien).

Otra fórmula de carga que me ha dado buenos resultados, aunque también algún inconveniente, es la de cargar con proyectil de calibre .410 tipo “Ferrero” (a la derecha vemos una imagen de este tipo de proyectiles que han sido pasados con una escofina de madera), sin calepino ni sémola y una carga fuerte de 40 grain. El arma se comporta de forma precisa, pero el retroceso es muy desagradable, sobre todo teniendo en cuenta que la empuñadura no favorece el control de este. Con este proceso de carga he conseguido marcas relativamente buenas, pero con el inconveniente de tener que limpiar el cañón entre disparos, de lo contrario la suciedad acumulada provoca irregularidad e imprecisión.

Quiero destacar que para conseguir unos resultados deportivos aceptables, es importante agarrar la pistola con firmeza, ya que la poca angulación de la empuñadura no favorece en nada la correcta sujeción del arma. De forma que en cuando aflojamos la fuerza del “agarre” aparece la tendencia del cañón hacia el suelo (gravedad), a diferencia de las pistolas más avanzadas, cuya forma permite afianzar la empuñadura sin necesidad de apretarla en demasía. De todas formas, resulta complicado mantener una correcta sujeción del arma, y será uno de los aspectos en que deberemos ser más tenaces.

Secuencia de disparo con una Tanzutsu. Se aprecia la gran cantidad de partículas de mecha encendidas que desprende hacia todos los lados, y la necesidad que por ello tendremos de proteger todo aquello susceptible de dañarse por el fuego.

Secuencia de entrenamiento en el mundial 2008 (Adelaide-Australia). Se aprecia el gran retroceso de la pistola en el momento del disparo.

 

Parte primera

Parte segunda Parte tercera Parte cuarta Parte quinta y última
     

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