Los fusiles militares de percusión fueron un gran avance tecnológico y precursores de los grandes cambios armamentísticos en la segunda mitad del siglo XIX. Podemos considerarlos como armas de transición hacia los nuevos sistemas de repetición y desaparición de la pólvora negra como propelente de las armas ligeras. Su importancia en la historia se debe a lo convulso de las políticas geoestratégicas y los grandes conflictos en que se vieron envueltas. La actual sociedad moderna nos permite revivir y practicar con este tipo de armas con fines puramente lúdicos y deportivos.

 

Minié

Claude-Etienne Minié, capitán del ejército francés (1804 - 1879), es quien da nombre a esta modalidad deportiva del calendario MLAIC. Se le supone el creador del diseño, en 1849, de la bala de expansión de base hueca sub-calibrada que facilita la carga rápida de los cañones estriados de la época. En la práctica fueron muchos los que trabajaron en ello, y sus éxitos y fracasos dieron forma al proyectil denominado minié.

El premio para la competición original es una copa donada por los “Arquebusiers de France” en 1972. En ella aparecen los nombres grabados de todos los campeones del mundo desde su constitución (desde que se han podido recopilar datos). Ver

Minié es la segunda de las disciplinas militares del calendario MLAIC, tras Miquelet (mosquete militar de chispa) y precediendo a Lamarmora (fusil militar de percusión 50 mts), la tercera y última.

Se emplean fusiles militares de percusión de calibre igual o superior a los 13,5 mm (.53). Y se dispara sobre un blanco ISSF de pistola a la distancia de 100 metros en posición de tumbado.

Solo se pueden usar proyectiles de estilo original asociado al fusil en cuestión, que pueden ser de base hueca o sólidos como los primeros modelos del Lorenz, y digo primeros porque fueron abandonados rápidamente en favor de los de base hueca. No se permite limpiar entre disparos y solo puede ser empleado un embudo de carga con tubo prolongador de hasta 10 centímetros.

Se disputan dos variantes independientes, una con armas originales y otra con armas de réplica (un mismo tirador no puede participar en ambas). La prueba por equipos (suma las marcas de tres tiradores escogidos por cada federación o país) también consta de las dos variantes. La número 10 denominada Pauly para equipos formados con armas originales. La más reciente numerada 32, Magenta, la forman tiradores con armas de réplica.

Minié al igual que las otras dos disciplinas militares tiene severas restricciones en cuanto al arma, elementos de puntería, accesorios y proceso de carga. Y esto vale tanto para las originales como para las réplicas, pues no se permite licencia (cambios o mejoras) alguna respecto del modelo original. También los proyectiles y accesorios como las correas y su anclaje son objeto de control, y aunque no se haga en el momento, se puede realizar en el mismo puesto de tiro, antes, o después de la competición. Pero de eso hablaremos en el siguiente punto.

Minié es una prueba de tiro a 100 metros en la posición de tendido que se disputa con fusiles militares de percusión. Estas armas deben de haber sido reglamentarias en algún ejército. Las normas MLAIC en su punto 4.4 nos ofrece información clara sobre la posición y otros aspectos de la competición que el deportista debe conocer:


4.4 Detalles de la competición (resumido)
A. General
I) Los competidores podrán utilizar telescopios para detectar los disparos.
II) El asesoramiento o asistencia a los competidores durante la competición está estrictamente prohibido (coaching).
III) Posiciones de tendido, de rodilla y de pie se definen como sigue (solo tendido):
aa) Tendido. Los tiradores deben estar en la superficie desnuda del puesto de tiro o sobre la esterilla de tiro, cuerpo extendido en el puesto de tiro con la cabeza en dirección al blanco con ambos codos apoyados en ella. El rifle debe ser sujetado con las dos manos y un solo hombro. La mejilla puede apoyarse contra la culata del rifle. El rifle puede ser apoyado por la correa, pero en la parte delantera detrás de la mano hacia delante o hacia cualquier parte del rifle no debe descansar sobre la correa o sus accesorios. El rifle no debe tocar o apoyarse contra cualquier otro punto u objeto. Ambos antebrazos y las mangas de la chaqueta de tiro deben estar visiblemente elevados de la superficie del puesto de tiro. El antebrazo del tirador y la correa deben formar un ángulo no inferior a 30 grados de la horizontal, medido desde el eje del antebrazo.

 

Deportivamente creo que es una disciplina sencilla en lo que se refiere al proceso de carga y ejecución del disparo. Esto es así por las mismas limitaciones, y por la sencillez de los elementos de puntería, unas simples miras abiertas pensadas para batir terreno y no para realizar disparos precisos a larga distancia, o al menos no con la precisión que nosotros querríamos.

Sin embargo en ello entraña una cierta dificultad, y es ahí donde reside parte del encanto de Minié, sencillez por un lado, y la complejidad del tiro de precisión a 100 metros por el otro, ahora con el hándicap de las disciplinas militares en donde no se permiten modificaciones en los elementos de puntería y, en general, de ningún otro tipo. De carga sencilla debido a las propias restricciones, se pueden alcanzar marcas representativas, incluso sorprendentes, con un entrenamiento medio, especialmente si ya tenemos nociones básicas de tiro con rifle en la posición de tendido, y sobre todo si escogemos un proyectil y calibrado adecuados al rifle. Respecto de esto último, se verá que a lo largo de las campañas los proyectiles fueron cambiando constantemente a medida que entendían más sobre su comportamiento.

Ello no significa que sea una prueba sencilla, bien al contrario. Lo rudimentario de los elementos de puntería, el calibre y el tipo de proyectil empleado no favorecen el tiro de precisión a larga distancia. El pesado proyectil describe una parábola muy acusada, y es por ello que le afectan mucho los pequeños cambios en el proceso de carga y las condiciones atmosféricas, perjudicando la regularidad (exactitud) en la zona de impacto, y por ende en los resultados deportivos. Sin embargo y en condiciones de campaña, el proyectil con su gran masa y centro de gravedad muy adelantado, mantenía su trayectoria rectilínea y letalidad hasta largas distancias.

El trabajo continuado con este tipo de rifles nos permitirá familiarizarnos con su comportamiento y conseguir a medio plazo marcas representativas. Sin embargo el objetivo siempre debe ser el de conseguir marcas significativamente altas con regularidad suficiente que nos permitan alcanzar la excelencia.

Conseguir el fusil es solo el primer paso. Encontrar la combinación de proyectil, carga y lubricante suele ser lo más complejo, principalmente por la gran variedad de proyectiles que se pueden usar. También en época usaron muchos diferentes hasta alcanzar el que conocemos actualmente de base hueca, sin embargo los objetivos militares eran muy distintos de los deportivos actuales.

Dedicar tiempo a probar el rifle con diferentes combinaciones resulta indispensable, los proyectiles y cargas aconsejados por el fabricante solo son orientativos. Personalmente aconsejo probar distintos proyectiles, no tanto por el peso, sino la forma de la base y la longitud total. Pequeños parámetros que cambian totalmente la balística de interior y de exterior, y en definitiva la navegación del mismo hasta el objetivo. 

Alcanzar y/o sobrepasar los 95 puntos, marca necesaria para podios importantes, es algo de difícil consecución y requiere de un entrenamiento exhaustivo, además del estudio y conocimiento preciso del conjunto que forman el arma, la carga y el proyectil. Sobre este último debemos añadir el lubricante y calibrado que nos permita un comportamiento y precisión más regulares.

Y digo regulares, lo veréis en muchas partes del trabajo, porque la precisión cuando no es exacta no sirve de nada. Todos hemos escuchado en demasiadas ocasiones el lamento ese de “he agrupado bien, pero un poco alto, o bajo o…..”. La precisión es importante, pero hay que valorar más la regularidad en la zona de impacto.

Comencemos pues el análisis de todos los aspectos alrededor de esta especialidad deportiva y esperamos que de su estudio comparativo podamos extraer conclusiones que nos permitan avanzar en este apasionante deporte.

Los proyectiles y cartuchos reglamentarios cambiaron con mucha frecuencia a medida que se entendía mejor su comportamiento.

 

 

Posición básica para el tiro en la especialidad de Minié. Esta puede servir como orientativa y punto de partida. En general, más o menos cruzada, es la empleada en todas las disciplinas MLAIC a la distancia de 100 metros.

 

 

Campeonato de Europa 2009, disputado en Valencia-España. Cancha de 100 metros durante una entrada de Minié original.

 

 

Caja de cartuchos para uso militar. Aunque menciona para mosquetes derivados del P53 Enfield, en realidad los usaron para cualquier rifle, incluso los americanos de calibre .58

 

 

Feria de armas celebrada durante el Campeonato del Mundo 2004 disputado en Indiana-EE.UU. Expositor con el US 1861 Spingfield Armory, producidos por varios fabricantes, Colt entre ellos.

 

 

 

Campeonato de España 2013. Marta Galán compite con un Rémington 1863 Zouave original.

 

 

 

 

En la guerra civil de los EE.UU. se emplearon todo tipo de rifles, americanos y europeos, debido especialmente por la magnitud y duración del conflicto.

 

 

El Missisippi rifle de calibre .54 es el rifle precursor del conocido por todos como Zouave.

 

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