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José Ramón Galán Talens
Favara a 18 de noviembre de 2013
El calepino o envuelta.
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Es el trozo de tela con el que se envuelve un
proyectil esférico al cargarlo en un arma de avancarga.
Denominado por los países anglófonos como "patch" (parche), en
nuestro país está más generalizada la palabra "calepino".
Su principal misión es el de obturar los gases
del disparo y transmitir el efecto giroscópico de las estrías al
proyectil con el fin de dotarlo de una cierta estabilidad en su
vuelo hacia el blanco.
Humedecido en una solución jabonosa, facilita la
carga y mejora la toma de estrías. Durante el proceso de carga
limpia el ánima por arrastre y capilaridad. Se adapta al cañón
atenuando las imperfecciones del mismo si las hubiera.
Otra de las ventajas de cargar el proyectil
envuelto, es la posibilidad que nos ofrece de adaptar el
proyectil modificando el espesor de la tela. Y no terminan ahí
sus ventajas, nos permite efectuar disparos de alta velocidad
sin tener que preocuparnos del posible “emplomado” del ánima, es
el equivalente a un moderno proyectil encamisado.
Sobre el calepino también tenemos algún trabajo
publicado, por lo que de nuevo y al igual que con la sémola, os
remitimos al mismo para ampliar información.
Ver más.
El calepino, siendo un componente esencial en la
carga de una pistola, no suele reportar problemas, pues no es un
componente crítico en el tiro a la distancia de 25 metros.
Generalmente los comercializan de algodón 100%, aunque
también nos los podemos fabricar nosotros mismos de forma
sencilla. El más habitual para uso en pistola es de 0,2 a
0,3 mm de espesor y un diámetro que varía en función del
calibre, pero que básicamente oscila entre 20 y 30 mm. Este
algodón es fácil de conseguir en tiendas por ser de uso habitual
en la confección de ropa de cama. No es
necesario recortarlos de forma redonda, pueden ser
cuadrados sin que ello merme en forma alguna su cometido.
Personalmente los prefiero de tela con la trama
muy tupida, aunque tampoco es necesario si la tela es de
calidad. Reciclar telas usadas no es una opción para el tiro de
competición al más alto nivel, mejor emplear calepinos
procedentes de tela nueva de una cierta calidad. Aunque
anteriormente he mencionado que no suelen dar problemas, tampoco
se puede menospreciar el elemento que debe tomar las estrías y
transmitir el efecto estabilizador al proyectil.
¿Cuál es el mejor material para un calepino?
El algodón es el material más empleado, aunque
también, y en menor medida, lo es el lino. Este último es más
resistente. Personalmente utilizo algodón porque es más
accesible y me permite escoger entre más tipos de tela, tramas y
espesor.
¿Cuál es el grosor idóneo para el calepino?
Lo adaptamos en función del proyectil, pero debe
ser de un grosor lo menor posible manteniendo el proyectil bien
ajustado, no apretado que cueste cargar. Antiguamente hubiera
contestado que en función de la profundidad de las estrías, pero
actualmente no suelen ser más profundas de 0,2 mm.
¿Qué liquido es el mejor para humedecer los
calepinos?
Aunque es cierto que venden productos comerciales
para ello, no he encontrado ventajas substanciales en ellos.
Personalmente los humedezco en agua ligeramente jabonosa. Se
puede utilizar agua u otros líquidos de base acuosa sin que ello
merme la precisión, su único cometido es facilitar la carga. La
humectación del calepino es indispensable, pues sin esta
“lubricación” nos resultaría difícil cargar y probablemente perderíamos todas las
ventajas que nos proporciona.
¿Cómo saber cual es el calepino adecuado?
Cuando no estamos seguros de emplear el calepino
adecuado, deberemos recuperar los que hemos disparado y
analizarlos. No deben presentar rotos en lugar alguno. La parte
trasera, en contacto con los gases del disparo y la zona de
fricción
con el ánima deben estar oscurecidos, pero la zona delantera, la
que avanza delante del proyectil debe estar limpia, sin aspecto
de que los gases hayan adelantado al proyectil.