Cuarta parte

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KUCHENREUTER

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José Ramón Galán Talens                                                         Favara a 18 de noviembre de 2013

 

  

La carga de propulsión

 

Independientemente del tipo y cantidad de pólvora necesaria para obtener una velocidad determinada, debemos pensar que tan importante como ello será que ambas variables se mantengan constantes, o lo mas exactas posible.

 

Obviamente para el tiro de entretenimiento no es necesario ser tan riguroso en los aspectos que vamos a tratar, pero este trabajo pretende ser lo más exhaustivo posible, al menos bajo los criterios de autor, aun a sabiendas de sus limitaciones.

 

La pólvora para pistola debe ser potente, de esta forma emplearemos la menor cantidad posible con la que obtengamos la velocidad inicial necesaria para nuestros propósitos. Menos pólvora significa menos residuos sólidos acumulados en el interior de recámara y canal de fuego (zona que va desde la recámara hasta la chimenea).

 

La “prontitud” es un término que leemos en algún tratado antiguo sobre el tiro. Ver "informe inédito de L. Proust sobre dos métodos para fabricar pólvora ideados por el ingeniero francés J. Cossigny (1730-1809)". Es una virtud que se apreciaba mucho en la época y que se refiere a la rapidez de reacción de una pólvora. En este caso, también nosotros lo apreciamos, y cuanto antes abandone el proyectil la boca del cañón, tanto mejor, una variable menos de la que preocuparse.

 

Granulación homogénea para conseguir uniformidad en el comportamiento de los disparos. Las cargas que preparemos para cada disparo debieran llevar el mismo número de granos y que estos tuvieran el mismo diámetro, solo así nos aseguraríamos de un comportamiento idéntico, pero esto es una utopía, por lo que aceptamos un término medio y lo más exacto posible.

La granulación en la pólvora negra sirve para controlar la vivacidad de la misma. Para ello, y empleando un símil moderno, podemos decir que la mayor o menor progresividad de la pólvora se consigue por medio del tamaño de los granos. A menor tamaño, mayor vivacidad de la pólvora (más rápida), y viceversa, a mayor grosor, más progresiva (lenta).

 

Actualmente la pólvora que denominamos “suiza” es la más indicada para esta disciplina deportiva. Los valores que más se aprecian de ella son su alta calidad, potencia, escasos residuos, granulación homogénea y tratamiento exterior (¿grafitado?) que la protege bastante de la humedad sin restarle prontitud ni potencia. No es nada “polvorienta”, otro de los términos usados en tratados antiguos y que la hacía indeseable, lo que nos advierte de la bondad en su fabricación y control de calidad. Este aspecto la haría muy higroscópica, y además, el polvo no es pólvora, sino uno de sus componentes suelto.

 

 

 

 

En competición, el proceso de carga debe ser minucioso, pues de ello dependerá, aunque solo sea en parte, el resultado final.

 

Ésta pólvora suiza de Poudrerie d’Aubonne es la que se suministra habitualmente en los campeonatos internacionales en todos sus granulados (numeraciones), signo inequívoco de su aceptación internacional y por ende, de su calidad.

 

La granos de la pólvora suiza nº1 tienen un diámetro que oscila entre los 0,25 y 0,50 mm y se corresponde casi con lo que habitualmente se conocía como 4F, denominación anglosajona cada vez más en desuso. La granulación de la suiza nº2, equivalente a una 3F, oscila entre los 0,50 y 0,80 mm.

El fabricante recomienda la nº1 para pistolas de calibre hasta .44, mientras que la nº2 la recomienda para calibre .44 y superiores. No obstante no existe peligro alguno en el empleo de cualquiera de ellas en calibres distintos a los recomendados por el fabricante, siempre que se carguen con sentido común.

 

Para el tiro de competición es conveniente emplear la mejor pólvora a la que tengamos acceso y procurar que la granulación sea lo más constante posible. Preparar las cargas con dosificador volumétrico no es ningún problema, pues si la calidad de la pólvora está contrastada, la granulometría se mantendrá dentro de unos márgenes, y las cargas así dosificadas deberían pesar de lo mismo. En ocasiones pensamos que pesar las cargas es la solución, pero no es así, porque en ocasiones podemos tener una lata en la que los granos, mayores y menores, se hayan separado por la vibración del transporte u otros. Para evitar esto último tengo la costumbre de remover un poco las latas cuando las adquiero y antes de emplearlas, de esta forma también evito los apelmazamientos en la misma.

 

 

 

¿Y si no dispongo de la pólvora suiza, sino una de menor calidad?

Se puede optimizar eliminando la mayor cantidad de polvo y tamizando los granos. Posteriormente la emplearemos preparando las cargas con los granos más homogéneos de que dispongamos.

 

Recordar que no es tan importante la cantidad de pólvora, como que esta sea siempre la misma y en la misma cantidad.

 

CAPÍTULO  CUARTO
         
El proceso de carga Importancia de la carga Importancia de la envuelta Importancia de la sémola Importancia del proyectil
         

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