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José Ramón Galán Talens
Favara a 18 de noviembre de 2013
Sobre el arma idónea
Como ya he comentado anteriormente, pienso que en
este país se fabrican actualmente pistolas de igual nivel o
incluso superior a las de procedencia extranjera y además con
una relación calidad-precio mucho mejor.
Para la práctica de esta modalidad se puede usar
casi cualquier pistola de nivel medio y de calibres muy
variados, desde el .31 hasta el .50, siendo el .36, el .41 y el
.45 los más habituales.
El tiro con armas de avancarga se puede vivir de
muchas maneras, todas aceptables, pues el fin siempre es el
mismo, la satisfacción personal del tirador. En el tiro
ocasional o de entretenimiento, la competición de ámbito local,
provincial o autonómica, podremos emplear casi cualquier pistola
de percusión, no importa el calibre, pues con cualquiera de
ellas, original o réplica, se pueden conseguir marcas de hasta
95 puntos, y en ocasiones superiores.
Sin embargo, cuando buscamos competir al máximo
nivel, en competición nacional e internacional, deberemos ser
más cuidadosos en la elección de la pistola y escoger entre los
modelos cuyo calibre, empuñadura, miras y equilibrio sea el más
adecuado a nuestra morfología, o favorezca la precisión y
regularidad del arma.
Por “regularidad del arma” debemos
entender un comportamiento regular en la zona de impacto y que
su carga y disparo no sean críticos. Esto que puede parecer
obvio, no es lo habitual, y existen pistolas y calibres muy
sensibles a circunstancias como el acúmulo de residuos,
diferencias en el atacado del proyectil o en la humectación de
la envuelta (cambiando la zona de impacto), pero también y
principalmente por un difícil equilibrio de masas aunque tengan
una empuñadura aparentemente ventajosa.
De lo dicho anteriormente puede parecer que
exista una pistola por encima de otras, el autor no lo cree así.
Realmente considera que cualquier tirador, con entrenamiento y
dedicación, puede obtener los máximos resultados con una pistola
de percusión de tipo medio. Pero también lo contrario, sin
dedicación y entrenamiento no se pueden conseguir marcas con
suficiente regularidad, aunque emplee la misma pistola que los
grandes campeones. En definitiva, los avances más significativos
se obtienen en base a la constancia, dedicación y sacrificio. En
modo alguno se conseguirán resultados por emplear la pistola más
cara del mercado.
Independientemente del arma empleada, lo más
importante va a ser la preparación física y técnica, el
entrenamiento, la familiaridad con el arma y, sin duda alguna,
el estado emocional del tirador en el momento de la competición.
Respecto del arma que consideramos idónea para
Kuchenreuter, creo que los que hayan leído el artículo desde el
comienzo, ya sabrán por que tipo de pistolas me inclino y que
obviamente son las que considero idóneas, tanto en originales
como en las réplicas.
Si considero importante probar cuál de ellas se
adapta mejor a nuestra mano y forma de empuñar, así como elegir
un calibre que nos resulte agradable de disparar. En las
réplicas de las pistolas de duelo existen casi tantos diseños
como modelos hubo en la época, y por lo tanto diferentes
empuñaduras y ángulos, calibres, disparadores, tamaño y peso y
un largo etc. Esto puede parecer un rompecabezas, sin embargo
favorece que podamos elegir el arma que más se adapte a nuestras
preferencias personales.
Respecto de las pistolas originales, diría
prácticamente lo mismo que he escrito para las réplica, pero es
indudable que no resulta tan fácil. Con las armas originales y
como ya hemos mencionado anteriormente, es preferible adquirir
armas que se conozcan y se puedan probar, y si encima es del
modelo adecuado a nuestras preferencias, pues mejor. El
componente histórico es muy importante, pero las armas a las que
nos referimos en este trabajo van a destinarse al tiro deportivo
de competición, por lo que el criterio de selección debe tener
en cuenta este aspecto, así como que se les va a dar un uso
intenso.