José Ramón Galán Talens

17 de mayo de 2018 

En el mundo antiguo la práctica de cualquier deporte y entre ellos el tiro, no era más que una especie de preparación para el combate. Los avances de la sociedad moderna nos permiten practicarlos con fines puramente lúdicos que conocemos como deporte.

La llave de chispa

Desde su origen a finales del siglo XVI y hasta finales del XVII en que es adoptada por el ejército español, referente mundial en aquel momento, la llave estuvo sometida a continuas mejoras en un intento de hacerla más eficaz. En definitiva lo que se pretendía era evitar los disparos fallidos y que salieran aun en las peores condiciones, incluso climatológicas. Será a finales del XVIII con la aparición de los estuches de duelo y la práctica deportiva, cuando se fomentará la búsqueda de una ignición segura y rápida. En ello destacaron algunos armeros británicos, principalmente los hermanos John y Joseph Manton, en dura competencia con Egg, Wogdon, Mortimer, Nock, Twigg y otros muchos de similar calidad pero menos renombre.

 

La llave de la pistola es la encargada de iniciar el fuego a la carga principal. El sistema es ingenioso y eficaz, pero cuando queremos hacer un uso deportivo del arma, no nos vale esta seguridad de encendido, precisamos la inmediatez del disparo.

 

Fueron muchos los tipos o modelos de llave de chispa que evolucionaron de forma diferente en cada lugar o país. Entre ellos podemos considerar o destacar la Snaphance, la de “patilla” o española y la francesa, siendo esta última la que evolucionará hasta convertirse en predominante.

 

El funcionamiento es simple, se trata de una piedra dura, generalmente sílice, que golpea sobre un metal, el rastrillo, y le arranca pequeñas virutas de acero, las chispas, que dependiendo de varios parámetros tendrán una masa y temperatura diferentes. Para que el disparo sea inmediato, las chispas deben incidir centradas en la cazoleta y tener una masa y temperatura suficiente para inflamar el cebo.

De la dureza de la piedra, del acero del rastrillo y del equilibrio entre los muelles, real y de batería, dependerá en gran manera el rápido encendido del cebo y por ende, del disparo. No existe una fórmula clara en la correcta conformación de una llave para que el disparo sea rápido, pues no existen dos iguales. Es por ello que la mayoría de tiradores especializados están constantemente probando diferentes aceros para el rastrillo, piedras y resortes de fuerza diferente, tratando de equilibrar algo que es intrínsecamente inestable, sobre todo porque uno de los elementos, la piedra, es un material natural que nunca tiene la misma dureza (y desgaste entre disparos) ni se comporta de igual manera debido a su talla y disposición en la mordaza del “gatillo”. 

 

Algunas pistolas vienen dotadas de llaves muy evolucionadas y eficientes, pero aun así deberemos ensayar cual es la mejor forma de orientar la piedra, de forma que nos dure el mayor número de golpes. No existe una forma concreta de instalación, cada llave tiene la suya, pero en general se deben instalar con el filo hacia abajo y de forma que en la posición final o de reposo, el filo apunte directamente hacia el canal de fuego del oído.

Intentaremos instalar la piedra de forma que ataque siempre en la misma zona de la cara de fricción del rastrillo. Para ello podemos adelantar o retrasar la piedra, o incluso poner añadidos al cuero para que ataque la zona deseada.

 

Del equilibrio y fuerza de los muelles real y del rastrillo dependerá la temperatura y masa de las chispas, por lo que es un aspecto muy importante que debemos controlar. La apertura del rastrillo se contrarresta con el muelle del mismo cuando recibe el golpe inicial de la piedra, obligando a que esta se deslice sobre la superficie arrancando partículas de acero incandescente, las chispas. Es por ello que su fuerza debe estar equilibrada con la del real, y que a mayor resistencia, se obtienen mejores chispas aun cuando la piedra esté en malas condiciones, pero teniendo en cuenta que también se genera una mayor inestabilidad del arma. Con muelles de batería débiles también se pueden obtener buenas chispas, pero de poca masa y más irregulares, exigiendo un pedernal con el filo en perfecto estado.

 

Las piedras que emplearemos deben ser objeto de estudio a fin de encontrar el tipo y tamaño con el que mejor resultado obtengamos y que no necesariamente coincidirá con la de otra pistola de igual marca y modelo.

Para obtener buenas chispas, es muy importante que la piedra esté sujeta con firmeza a la envuelta de cuero, por lo que durante la competición revisaremos este aspecto con frecuencia. No resulta inusual que tras varios disparos deficientes y cuando vamos a sustituir la piedra, nos encontremos con que no está bien sujeta, generalmente es por fatiga del cuero.

 

Aunque algunos de los tiradores más expertos se arriesgan a sugerir que si la piedra la montamos de una forma concreta las chispas caerán en un determinado lugar, yo no caeré en ese error porque la experiencia me dice que el lugar de incidencia de las chispas varía según diferentes parámetros:

  • Inclinación y material de que esta hecho el rastrillo.

  • Dureza y desgaste de la cara de fricción.

  • Ángulo de ataque de la piedra e incidencia de la misma en la cara del rastrillo.

  • Elasticidad y resistencia del muelle real.

  • Fuerza y tipo de apoyo del muelle de batería, que modula la apertura de forma rápida o lenta.

  • Características de la piedra, dureza, tamaño y estado del filo. Recordando en este caso que a cada golpe cambia la forma del borde y por tanto la resistencia al avance y lugar de impacto sobre la cara del rastrillo.

 

 

Por todo ello es recomendable que hagamos ensayos en casa, ya que es ahí donde aprenderemos cómo se comporta la llave con los distintos tipos de piedras, y las diferencias cuando la instalamos adelantada o retrasada, apuntando hacia abajo o con el filo en la parte superior. Aprenderemos a instalar la piedra como mejor conviene a nuestra llave para obtener los mejores resultados en cuanto a cantidad y calidad de las chispas, así como la duración de la misma. Sin embargo, la prueba principal siempre será en el puesto de tiro.

 

Los cueros con que aseguramos la piedra también tienen su importancia, pues su mayor o menor grosor influye en la zona de ataque. De hecho podemos ayudarnos de ello añadiendo insertos de cuero para obligar a la piedra a que tome una posición más alzada o aguda, según convenga.

 

El cebo también es una parte vital, pero ahí no existe problema alguno, pues tan solo hay que adquirir un buen polvorín fino de 4Fs del tipo suizo o francés PNF4.

 

¿Pero se puede usar la pistola con la llave de origen sin modificar?

Si por supuesto, se puede y se debe. Solo cuando se someten a un uso intensivo es cuando deberemos pensar en mejorar algunos elementos. Las pistolas de chispa que se emplean en competición, están sometidas a un desgaste y estrés mecánico importante, y solo un buen mantenimiento nos ayudará a mantenerlas operativas y sin averías.

 

¿Cómo se debe entender lo del equilibrio de fuerzas de los muelles?

Este equilibrio nos viene dado por la dureza de la cara de fricción del rastrillo. Generalmente el muelle del rastrillo debe oponerse a una apertura fácil, para que la fuerza de la piedra impulsada por muelle real, arranque las chispas. Cuando el metal del rastrillo no es muy duro, funciona mejor con muelles de menor fuerza que evitan que la piedra se clave o arranque demasiado metal (chispas de baja temperatura). Por el contrario los rastrillos más duros precisarán de una mayor fuerza en los muelles para que puedan arrancar chispas de una cierta masa.

Un rastrillo que ha funcionado bien durante unos cientos de disparos, puede comenzar a comportarse de forma deficiente debido al desgaste en la cara de fricción que forma escalones, sobre todo con muelles débiles. Cuando esto ocurre es el momento de substituirlo, calzarlo o planificarlo.

 

¿Cómo instalo la piedra, con el filo hacia abajo o del revés?

En mis armas, el filo siempre hacia abajo.

No existe una fórmula exacta, y existen teorías para todos los gustos. Desde luego conozco a tantos tiradores de éxito que la emplean apuntando abajo como arriba. Depende de la llave y del rastrillo, lo que si es seguro es que la piedra debe impactar en un lugar determinado de la cara de fricción.

Personalmente preferiría instalar la piedra con el filo apuntando arriba, pero a lo largo de mi carrera deportiva he cosechado de esta forma más fracasos que éxitos. El filo hacia arriba me obliga a retrasar mucho la piedra para que ataque la cara de fricción en el sitio adecuado.

 

¿Cómo obtener las mejores chispas?

Ya me gustaría tener una respuesta a ello. Por muy bueno que sea el rastrillo y el equilibrio de fuerzas entre los muelles, la piedra debe instalarse de una forma determinada y debe atacar la cara de fricción siempre de forma similar. Generalmente la instalamos de forma que con el martillo en posición de medio armado, la piedra roce o quede muy cerca de la cara de fricción. Pero debemos probar siempre, porque en ocasiones adelantando o retrasando la piedra podemos conseguir las mejores chispas. Generalmente debe atacar entre el centro y el tercio superior del rastrillo, pero no existe una norma clara y son las pruebas las que nos dirán las preferencias de la llave. Cambiando o modificando las piezas de cuero de la mordaza podemos subir o bajar la zona de impacto inicial, cuero más grueso golpeará más alto y viceversa.

Por último, destacar que las piedras son un material natural, irregular e imprevisible, y mientras que algunas aguantan decenas de golpes en un estado aceptable, otras apenas duran unos pocos disparos.

 


Llave de la Brummit de Andréu en la que se aprecia la particular forma de asegurar la piedra con cuero.

 

 


Llave de la Lepage de Patiño con su piedra de ágata atacando sensiblemente más alto que el centro de la cara de fricción, bajo mi criterio el lugar más adecuado para conseguir rapidez en el encendido.

 

 


Campeonato del Mundo 1996 Wedgnock-Inglaterra. El autor con José Luis Pérez Pastor, delegado MLAIC en aquel momento y miembro honorífico del citado organismo en la actualidad.

 

 


Pistola de alta calidad fabricada en Austria y empleada por el autor en algún momento de la década de los 90. Tal vez una piedra más pequeña sería lo indicado para atacar la zona noble del rastrillo.

 

 


Detalle del muelle de rastrillo de la pistola Lepage.

 

 


Rastrillo y muelles real y de batería.

 

 


Llave de la pistola original Harding que fuera propiedad del autor.

 

 


Detalle del muelle de rastrillo de la pistola Manton ARSA.

 

 


Llave de la Manton ARSA cebada y preparada para el disparo. Lleva un rastrillo nuevo sin calzar.

 

 


Probando la llave antes del comienzo de la sesión de entrenamiento, y parece que si da chispas.

 

 


Campeonato del Mundo 2010 Barcelos-Portugal. Tras bajar del podio de Cominazzo réplica, el amigo Eugenio me mostró, una vez más,  su efusividad, y Roberto siempre alerta para las fotos.

 


Pistola original firmada Kuchenreuter del amigo Juan José Giner. Obsérvese el montaje de la piedra con zapata de plomo y con filo hacia arriba.

 

 

Regresar  Cominazzo


Administrador web.- José Ramón Galán

Página de inicio

Prohibida la reproducción total o parcial.
Copyright 2018. Todos los derechos reservados.