Desde su origen a finales del siglo XVI y hasta finales
del XVII en que es adoptada por el ejército español, referente mundial
en aquel momento, la llave
estuvo sometida a continuas mejoras en un intento de
hacerla más eficaz. En definitiva lo que se pretendía
era evitar los disparos fallidos y que salieran aun en las peores
condiciones, incluso climatológicas. Será a finales del XVIII con
la aparición de los
estuches de duelo y la práctica deportiva, cuando se fomentará la
búsqueda de una ignición segura y rápida. En ello destacaron algunos armeros británicos,
principalmente los hermanos John y Joseph Manton, en dura
competencia con Egg, Wogdon, Mortimer, Nock, Twigg y
otros muchos de similar calidad pero menos renombre.
La llave de la pistola es la encargada de iniciar el
fuego a la carga principal. El sistema es ingenioso y
eficaz, pero cuando queremos hacer un uso deportivo del
arma, no nos vale esta seguridad de encendido,
precisamos
la inmediatez del disparo.
Fueron muchos los tipos o modelos de llave de chispa que
evolucionaron de forma diferente en cada lugar o país.
Entre ellos podemos considerar o destacar la Snaphance,
la de “patilla” o española y la francesa, siendo
esta última la que evolucionará hasta convertirse en
predominante.
El funcionamiento es simple, se trata de una piedra
dura, generalmente
sílice, que golpea sobre un metal, el rastrillo, y le
arranca pequeñas virutas de acero, las chispas, que
dependiendo de varios parámetros tendrán una masa y
temperatura diferentes. Para que el disparo sea
inmediato, las chispas deben incidir centradas en la
cazoleta y tener una masa y temperatura suficiente para
inflamar el cebo.
De la dureza de la piedra, del acero del rastrillo y del
equilibrio entre los muelles, real y de batería,
dependerá en gran manera el rápido encendido del cebo y
por ende, del disparo. No existe una fórmula clara en la
correcta conformación de una llave para que el disparo
sea rápido, pues no existen dos iguales. Es por ello que la mayoría de tiradores
especializados están constantemente probando diferentes
aceros para el rastrillo, piedras y resortes de fuerza
diferente, tratando de equilibrar algo que es
intrínsecamente inestable, sobre todo porque uno de los
elementos, la piedra, es un material natural que nunca
tiene la misma dureza (y desgaste entre disparos) ni se
comporta de igual manera debido a su talla y disposición
en la mordaza del “gatillo”.
Algunas pistolas vienen dotadas de llaves muy
evolucionadas y eficientes, pero aun así deberemos
ensayar cual es la mejor forma de orientar la piedra, de
forma que nos dure el mayor número de golpes. No existe
una forma concreta de instalación, cada llave tiene la
suya, pero en general se deben instalar con el filo
hacia abajo y de forma que en la posición final o de
reposo, el filo apunte directamente hacia el canal de
fuego del oído.
Intentaremos instalar la piedra de forma que ataque siempre en
la misma zona de la cara de fricción del rastrillo. Para ello podemos adelantar o
retrasar la piedra, o incluso poner añadidos al cuero
para que ataque la zona deseada.
Del equilibrio y fuerza de los muelles real y del
rastrillo dependerá la temperatura y masa de las
chispas, por lo que es un aspecto muy importante que
debemos controlar. La apertura del rastrillo se
contrarresta con el muelle del mismo cuando recibe el
golpe inicial de la piedra, obligando a que esta se
deslice sobre la superficie arrancando partículas de
acero incandescente, las chispas. Es por ello que su
fuerza debe estar equilibrada con la del real, y que a
mayor resistencia, se obtienen mejores chispas aun
cuando la piedra esté en malas condiciones, pero
teniendo en cuenta que también se genera una mayor
inestabilidad del arma. Con muelles de batería débiles
también se pueden obtener buenas chispas, pero de poca
masa y más irregulares, exigiendo un pedernal con el
filo en perfecto estado.
Las piedras que emplearemos deben ser objeto de estudio
a fin de encontrar el tipo y tamaño con el que mejor resultado
obtengamos y que no necesariamente coincidirá con la de
otra pistola de igual marca y modelo.
Para obtener
buenas chispas, es muy importante que la piedra esté
sujeta con firmeza a la envuelta de cuero, por lo que
durante la competición revisaremos este aspecto con
frecuencia. No resulta inusual que tras varios disparos
deficientes y cuando vamos a sustituir la piedra, nos
encontremos con que no está bien sujeta, generalmente es
por fatiga del cuero.
Aunque algunos de los tiradores más expertos se
arriesgan a sugerir que si la piedra la montamos de una
forma concreta las chispas caerán en un determinado
lugar, yo no caeré en ese error porque la experiencia me
dice que el lugar de incidencia de las chispas varía
según diferentes parámetros:
-
Inclinación y material de que esta
hecho el rastrillo.
-
Dureza y desgaste de la cara de
fricción.
-
Ángulo de ataque de la piedra e
incidencia de la misma en la cara del rastrillo.
-
Elasticidad y resistencia del muelle
real.
-
Fuerza y tipo de apoyo del muelle de
batería, que modula la apertura de forma rápida o
lenta.
-
Características de la piedra, dureza, tamaño y estado del
filo. Recordando en este caso que a cada golpe
cambia la forma del borde y por tanto la
resistencia al avance y lugar de impacto sobre la
cara del rastrillo.
Por todo ello es recomendable que hagamos ensayos en
casa, ya que es ahí donde aprenderemos cómo se comporta
la llave con los distintos tipos de piedras, y las
diferencias cuando la instalamos adelantada o retrasada,
apuntando hacia abajo o con el filo en la parte
superior. Aprenderemos a instalar la piedra como mejor
conviene a nuestra llave para obtener los mejores
resultados en cuanto a cantidad y calidad de las
chispas, así como la duración de la misma. Sin embargo,
la prueba
principal siempre será en el puesto de tiro.
Los cueros con que
aseguramos la piedra también tienen su importancia, pues
su mayor o menor grosor influye en la zona de ataque. De
hecho podemos ayudarnos de ello añadiendo insertos de
cuero para obligar a la piedra a que tome una posición
más alzada o aguda, según convenga.
El cebo también es una parte vital, pero ahí no existe
problema alguno, pues tan solo hay que adquirir un buen
polvorín fino de 4Fs del tipo suizo o francés PNF4.
¿Pero se puede usar la pistola con la llave de origen
sin modificar?
Si por supuesto, se puede y se debe.
Solo cuando se someten a un uso intensivo es cuando
deberemos pensar en mejorar algunos elementos.
Las pistolas de chispa que se emplean en competición,
están sometidas a un
desgaste y
estrés mecánico
importante, y solo un buen mantenimiento nos ayudará a
mantenerlas operativas y sin averías.
¿Cómo se debe entender lo del equilibrio de fuerzas
de los muelles?
Este equilibrio nos viene dado por la dureza de la cara
de fricción del rastrillo. Generalmente el muelle del
rastrillo debe oponerse a una apertura fácil, para que
la fuerza de la piedra impulsada por muelle real,
arranque las chispas. Cuando el metal del rastrillo no
es muy duro, funciona mejor con muelles de menor fuerza
que evitan que la piedra se clave o arranque demasiado
metal (chispas de baja temperatura). Por el contrario
los rastrillos más duros precisarán de una mayor fuerza
en los muelles para que puedan arrancar chispas de una
cierta masa.
Un rastrillo que ha funcionado bien durante unos cientos
de disparos, puede comenzar a comportarse de forma
deficiente debido al desgaste en la cara de fricción
que forma escalones,
sobre todo con
muelles
débiles.
Cuando esto
ocurre es el
momento de substituirlo, calzarlo o planificarlo.
¿Cómo instalo la piedra, con el filo hacia abajo o
del
revés?
En mis armas, el filo siempre hacia abajo.
No existe una fórmula exacta, y existen teorías para
todos los gustos. Desde luego conozco a tantos tiradores
de éxito que la emplean apuntando abajo como arriba.
Depende de la llave y del rastrillo, lo que si es seguro
es que la piedra debe impactar en un lugar determinado
de la cara de fricción.
Personalmente preferiría instalar la piedra con el filo
apuntando arriba, pero a lo largo de mi carrera
deportiva he cosechado de esta forma más fracasos que
éxitos. El filo hacia arriba
me obliga a retrasar mucho
la piedra para
que ataque la cara de fricción en el sitio adecuado.
¿Cómo obtener las mejores chispas?
Ya me gustaría tener una respuesta a ello. Por muy bueno
que sea el rastrillo y el equilibrio de fuerzas entre
los muelles, la piedra debe instalarse de una forma
determinada y debe atacar la cara de fricción siempre de
forma similar. Generalmente la instalamos de forma que
con el martillo en posición de medio armado, la piedra
roce o quede muy cerca de la cara de fricción. Pero
debemos probar siempre, porque en ocasiones adelantando
o retrasando la piedra podemos conseguir las mejores
chispas. Generalmente debe atacar
entre el centro y
el
tercio superior del rastrillo, pero no existe una norma
clara y son las pruebas las que nos dirán las
preferencias de la llave. Cambiando o modificando las
piezas de cuero de la mordaza podemos subir o bajar la
zona de impacto inicial, cuero más grueso golpeará más
alto y viceversa.
Por último,
destacar que las piedras son un material natural,
irregular e imprevisible, y mientras que algunas
aguantan decenas de golpes en un estado aceptable, otras
apenas duran unos pocos disparos.