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José Ramón Galán Talens
Favara a 18 de noviembre de 2013
Entrenamiento
Creo que todos hemos leído
mucho sobre el tema, y al igual que en otros muchos aspectos, no
existe una clara tendencia.
Sin entrar a valorar las
posibilidades de las pautas de entrenamiento que aparecen en
tratados ISSF (antes UIT), creo que el tiro deportivo con armas
de avancarga tiene sus peculiaridades, y que por ello no son
aplicables en su totalidad.
En el tiro con un arma
moderna, el deportista solo tiene que concentrarse en las
acciones básicas de carga-respiración-levantar-parada-disparo y
reinicio del proceso. Y todo ello en un tiempo que tiene muy
controlado porque no existen variables, o muy pocas, que puedan
alterar el “tempo”.
En avancarga es muy
parecido, casi lo mismo, pero hay que hacer un “reset”
tras cada disparo y eso no facilita el tiro de precisión, pues
rompe la secuencia. La recarga nos obliga a cambiar de posición
o alterarla, soltamos la empuñadura y nos concentramos en cargar
de forma mecánica y lo más perfecto posible. Todo ello exige un
esfuerzo importante, pues debemos “fabricar” el cartucho
antes de cada disparo, añadiendo un factor de duda o una
variable de incertidumbre.
El mejor entrenamiento que
podemos realizar, aparte del mencionado anteriormente “tiro
en seco”, es sin duda alguna la práctica de tiro real varias
veces por semana. Preferentemente en un número de disparos
superior al de una competición, y sin hacer cálculos
matemáticos, más bien buscando el mayor porcentaje de 10s. Es en
estos entrenamientos donde debemos, mediante el ensayo, analizar
las diferentes formas de empuñar nuestra pistola, adelantado,
retrasado, fuerte, moderado, con espolón (guarda baja), o sin el
etc. También nos veremos obligados a ensayar nuestro proceso de
carga y que herramientas nos resultan más convenientes, pues lo
que le va bien a un tirador no necesariamente le valdrá para
otro. Con sémola o sin ella, atacado fuerte o ligero, emplear
baqueta pesada de latón o ligera de aluminio, son muchas de las
variables que aconsejamos analizar en las sesiones de tiro que
no harán otra cosa que mejorar nuestra experiencia y con ella la
confianza en nosotros mismos y en el arma que empleamos.
Cuando un tirador tenga ya
mucha experiencia, seguridad en sí mismo y familiaridad con el
arma, puede jugar con este tipo de tablas de entrenamiento ISSF
e intentar mejorar, y es muy probable que le ayuden.
http://www.issf-sports.org/news.ashx?newsid=1898
Todos debemos tener una
meta, y una vez establecida, organizaremos un plan de trabajo
para que nuestro mejor nivel físico y técnico coincida con dicha
competición. Ejercicios de elasticidad y resistencia
(aeróbicos), junto con los de familiaridad con el arma (en casa)
y el entrenamiento con fuego real, serán la base del mismo.
Siempre pensando en el entrenamiento organizado por el propio
tirador y sin ayuda externa, de lo contrario seguiremos las
directrices del entrenador.