Ambas palabras son empleadas indistintamente por el colectivo de tiradores
deportivos, para referirse a lo mismo, un útil para la fabricación de
proyectiles.
Para “fundir” nuestros propios proyectiles,
precisamos de una serie de herramientas indispensables, entre ellas la turquesa o molde
y el hornillo entre otros.
El molde es una pieza metálica cuyo interior
está mecanizada la forma del proyectil, de manera que cuando vertemos plomo fundido,
rellenará la cavidad que al enfriarse y solidificar toma la forma de su
interior, es decir la del proyectil que deseábamos. Las hay de varias marcas y
con múltiples formas, calibres y pesos, pero la diferencia principal estriba en
el material con el que están construidas, acero, latón y aluminio. Tradicionalmente he
escuchado que las de acero son las mejores, y en cierta manera,
menospreciando las de aluminio. Lo primero es cierto, las de acero por el
material en que están construidas, tienen una vida útil mayor que seguramente
supera la del posible comprador, pero respecto de las segundas, es incierto que
sean malas, especialmente las de proyectil esférico y ojival cortas, pero
lógicamente el aluminio tiene una vida útil mas
limitada, pero con los cuidados necesarios, es probable que dure tanto como
nuestra afición.
|
|
A la
izquierda turquesa de acero Hensel de alta calidad. A la derecha
turquesa de aluminio LEE con dos proyectiles ya solidificados. |
Personalmente tengo y empleo moldes de todo tipo y marcas, de acero,
latón y
aluminio, teniendo todos ellos ventajas e inconvenientes. Ciertamente, para un
proyectil complejo como es un “minié” (base hueca), no es nada
aconsejable una turquesa de aluminio, ya que el material en que esta construida
acusara rápidamente la fatiga, afectando gravemente a la calidad del proyectil,
mientras que para los proyectiles esféricos, son perfectamente válidas y si me
apuran incluso mas indicadas que las de acero, pues su menor peso nos permite
sesiones largas de trabajo, y los desgastes no afectan demasiado a este tipo de
proyectiles.
El hornillo de fundir es el
otro accesorio que considero importante. Es frecuente escuchar como algún
tirador cuenta los problemas que tiene con su esposa por la utilización de la
cocina familiar para fundir el plomo y fabricar sus proyectiles. Personalmente
lo considero imprudente, ya que esta práctica genera gases venenosos que solo
una buena ventilación podrá eliminar.
Resulta
adecuado emplear plomo puro en tubo
o lámina que precortaremos para alimentar nuestro hornillo eléctrico especifico para la
fabricación de proyectiles, o bien reciclamos plomo (en algún exterior)
convirtiéndolo en lingotes (todos los fabricantes de este tipo de accesorios
también ofrecen lingoteras), para después usarlos como materia prima. Estos
aparatos no son nada caros, facilitan el vertido del plomo en los moldes, con
un caudal de fluido regulable. Su condición de aparato eléctrico, permite que se
instale en casi cualquier sitio, incluso al aire libre, donde podremos trabajar
con el plomo derretido con mayor margen de seguridad, y lo mejor de todo, sin
perjudicar a los demás miembros de nuestra familia. Aparte de todo lo dicho, la
disposición del recipiente y surtidor, favorecen la uniformidad en nuestros
proyectiles, ya que el ángulo de vertido, altura y presión, son siempre
similares.
|
|
Rellenando el molde con plomo fundido. |
Molde
Hensel de acero. |
Existen termómetros
adaptados a este tipo de hornillos que se venden aparte como opcionales, y
aunque aparentemente pudiera parecer útil conocer la temperatura del plomo, la
experiencia dice que hay muchos aspectos más importantes, además de la temperatura del
plomo, como la de la turquesa en la que se verterá, la altura del surtidor etc.
Jamás he usado este tipo de accesorio ni conozco a demasiada gente que lo haga,
por lo que lo considero de menor importancia y hasta innecesario.
La limpieza del interior de
los moldes resulta muy importante para mantener la calidad de nuestros
proyectiles, ya que pequeñas partículas de plomo en el interior de las mismas,
impide que se cierren correctamente, dando como resultado proyectiles deformados
o con la línea de división muy marcada o descentrada. Una inspección visual
antes de comenzar la sesión de trabajo y su correspondiente limpieza
solucionarán muchos problemas posteriores.
|