ARMAS EMPLEADAS

Se emplean el mismo tipo de armas que en la disciplina Minié (tiro con fusil militar a 100 metros en posición de tumbado), si bien en Lamarmora la posición de tiro es de pie, sin apoyos y a la distancia de 50 metros. Y es por esto último, la distancia de tiro, por lo que es posible rescatar algunos fusiles militares originales que por su estado u otros condicionantes, fueran inadecuados para el tiro de precisión a 100 metros, mientras que a 50 pueden comportarse de forma adecuada.

 Ciertamente se puede pensar que esto que menciono carece de sentido, pero lo escribo con conocimiento de causa y después de apreciar como algunos fusiles militares de origen español y cañón corto, descartados para el tiro a 100 metros, se han impuesto en competiciones importantes, incluso internacionales.

No quiero especular sobre los motivos por los que estos rifles se comportan de forma precisa a 50 metros, pero supongo que tiene mucho que ver con que las cargas empleadas y que rara vez superan los 25/30 grain de pólvora negra del tipo 2 o 3F. Con estas cargas el proyectil abandona el cañón a velocidades que oscilan entre los 200 y los 235 mts, en función de la calidad y cantidad de las pólvoras mencionadas. Y es muy posible que en torno a esta velocidad se consiga la máxima estabilidad en determinados proyectiles, y para el tiro de precisión a 50 metros es más que suficiente.

Estas cargas medio-bajas, además, tienen la ventaja de producir una menor cantidad de residuos, así como una baja temperatura del cañón con todo lo bueno que ello conlleva para la precisión. Debemos tener en cuenta que la mayoría de fusiles de ordenanza tienen el cañón sujeto por anillas a la caja, y una menor temperatura del primero atenuará las dilataciones y contracciones entre metal y madera.

En el apartado de fusiles originales, se emplean modelos de todo tipo y procedencia, principalmente del calibre .58, con profusión de los modelos Enfield y derivados del mismo, que las hubo en todos los países, pues sirvió de patrón o referencia en todos los ejércitos. Sin embargo el fusil original de referencia, o el más empleado, en las competiciones MLAIC, es sin duda alguna el Rémington 1863 zouave, y ello a pesar de que solo se fabricaron 10.000 unidades. En las pocas ocasiones en que se han publicado las armas de los primeros clasificados (2007, 2009, 2010 y 2015), se puede apreciar este hecho que mencionamos.

Culata, llave y alza de un fusil militar original Enfield modelo de 1861. Fue empleado varias temporadas por uno de los tiradores más destacados de nuestro país.

Culata, llave y alza de un fusil militar réplica del Württembergischen Máuser. Propiedad del autor.

Culata, llave y alza de un fusil militar original Rémington modelo de 1863 más conocido como zouave. Propiedad del autor.

De arriba hacia abajo. Württembergischen, Rémington zouave y Enfield. La diferencia más acusada entre ellos son las miras traseras y la distancia a la que están situadas respecto del ojo del tirador. También la cantonera y caída de la culata, más recta en el rifle inglés.

Entre las réplicas existe una menor diversidad, pues no se reproducen todos los modelos que existieron, ni siquiera una ínfima parte. De nuevo los Enfield están entre los más empleados, si bien existe un modelo que se está imponiendo por varias ventajas técnicas, el Württenbergischen Máuser de Pedersoli. Y ello es debido, principalmente, a contar con un alza que dispone de la posibilidad de ajuste en altura y deriva de forma relativamente sencilla. No es ni mejor ni peor que otros modelos de prestigio, pero el alza, germen de los modelos cantonales Jägerstutzen, si es una clara ventaja, además de quedar situada de forma más adelantada que los modelos de procedencia inglesa y americana, y eso sin duda alguna es otra de las ventajas.

He mencionado al inicio de este apartado aspectos sobre la idoneidad de algunos modelos originales inicialmente descartados para el tiro a 100 metros. Sin embargo en el apartado de las réplicas no seré tan considerado, y ello es debido a que los modelos originales se ceñían a unos controles de calidad que las réplicas actuales no tienen que cumplir. Y es que, salvo honrosas y pocas excepciones, las réplicas producidas actualmente son muy inferiores a los modelos originales. 

En general se obtienen buenos resultados con todos los modelos réplica, sean del tipo inglés, centroeuropeo o americano.

Las armas de calidad, y por ende precio, suelen disponer de un cañón exacto y pulido según los estándares, de una caja bien ajustada y sin tensiones, así como de una llave bien construida y ajustada que percute con fuerza y de forma centrada. Todo ello redunda en unas sesiones de tiro satisfactorias.  

Sin embargo en la actualidad también se están comercializando réplicas de baja o muy baja calidad, donde los estándares mencionados anteriormente no se cumplen, en ocasiones ni siquiera los elementos de puntería son los propios del arma a la que replican. Con estos modelos económicos es muy difícil conseguir la satisfacción y regularidad necesarias para el tiro deportivo, tan solo decepciones. 

Las armas más empleadas en Lamarmora original son, el Rémington 1863 zouave principalmente, y ya de lejos le siguen algunos modelos de Jägerstutzen, Springfield, y Enfield en sus diferentes variantes que incluyen los modelos españoles de carabina rayada, Oviedo y otros.  

Las armas más empleadas en Lamarmora réplica son, por este orden, el Württenbergischen de Pedersoli, el Enfield de Parker Hale, el Enfield de Neuman y el Enfield de Hege. Los modelos de Enfield suelen ser, principalmente, los modelos navales, también denominados cortos o de dos anillas.

A la hora de adquirir un arma para Lamarmora, debemos sopesar bien las diferentes opciones que se nos presenten, pues se puede darse la circunstancia de poder adquirir un fusil reglamentario original, español o inglés por el precio de una réplica.

Jäegerstutzen modelo de 1854 de calibre .54, es uno de los modelos cortos y muy buscado por tiradores especializados y coleccionistas.

A la izquierda Rémington 1863 con el despiece más elemental. Las dos abrazaderas y el tornillo de la rabera permiten liberar completamente el cañón.
A la derecha Springfield modelo de 1861.