En cuanto a
los fusiles originales
de percusión, solo cabe decir que deben ser
armas de ordenanza,
dotación de algún ejército, y no pueden tener
modificación substancial alguna. Especial hincapié en
los elementos de puntería, donde se permiten ciertos
cambios de altura o posición para ajustar la zona de
impacto. En cualquier caso no se admite que se cambie
la forma o perfil de los
mismos.
En cuanto a
los fusiles réplica de los originales, no se permiten
licencias, y deben ser exactas en todo al modelo
original. Longitud total y de cañón, formas y perfiles,
peso, elementos de puntería, número y giro de las
estrías etc.…
El reglamento MLAIC en los
puntos 4.7, 4.8 y 4.9 describe la mayoría de los
aspectos que conciernen a las armas militares,
originales y réplicas, y las restricciones a que están
sometidas. Creo importante una lectura aunque solo sea
de forma superficial para evitarnos sorpresas en los
controles de armas.
Ver
resumen del reglamento que afecta a las
armas militares.
De cualquier manera
considero importante destacar que este tipo de rifles
también se pueden usar en otras disciplinas, como Minié
y Vetterli. La primera es de tipo militar, por lo que
las restricciones se aplican de igual manera. En cambio
la segunda, Vetterli, es de carácter deportivo, donde según el
actual reglamento aprobado en 2014, ya no son de aplicación algunas de
ellas, como son la limpieza entre disparos, el embudo e
incluso el tipo de proyectil. Esto es una novedad del
reglamento a partir de los cambios introducidos en 2012
y que se mantiene en el de 2014 en el punto 4.7, D-b-II.
Es un gran avance que
permite que los rifles militares puedan ser usados en
las competiciones de Vetterli y Walkyria sin la
consideración de arma militar, y por tanto sin las
restricciones de carga y limpieza. Sin duda alguna esto
permite una nueva utilidad a estos rifles
que anteriormente solo estaban circunscritos
a la disciplina de Minié y el tiro a larga
distancia.
Esta nueva especialidad vigorizará este tipo
de fusiles, especialmente los modelos
originales, que esperamos salgan de los
depósitos olvidados para revivir en el tiro
a 50 metros, una distancia más apropiada
para algunos modelos que por su estado no
son aptos para los 100 metros.
Los fusiles militares de todas las épocas
son un bien cultural que cabe proteger, pues
independientemente de lo que pensemos sobre
las guerras, son estas las que han modelado
la historia y la civilización que conocemos.