En el caso que nos
ocupa, no tiene demasiada relevancia, pues para
el tiro deportivo escogemos los proyectiles del
calibre exacto al requerido por nuestro rifle.
Para ello resulta frecuente que los aficionados
se preparen ellos mismos sus propios
proyectiles, engrasándolos y recalibrando con
exactitud para que tomen las estrías con
facilidad y por compresión en el momento del
disparo. De esta forma obtenemos las máximas
prestaciones. Y es por ello que los proyectiles
que usamos actualmente son sensiblemente más
pesados, no suelen ser sub-calibrados.
Los que hayan
llegado hasta aquí tal vez esperaban encontrar
como encontrar el proyectil
más adecuado para un fusil militar. La respuesta
es sencilla y nuestros antepasados ya dieron con
ella, el proyectil que mejor se ajuste al
calibre exacto del ánima del cañón. Y es para
ello para lo que necesitamos los recalibradores,
para modificar el diámetro irregular del
proyectil, en uno uniforme y exacto a
nuestro rifle. En ocasiones los
encontraremos de forma comercial, mientras
que para algunos modelos de fusil original
tendremos que recurrir a que nos lo fabrique
un profesional.
Para recalibrar
un proyectil, antes lo lubricaremos y
seguidamente lo haremos pasar por el
útil adecuado al calibre de nuestro rifle.
Lo idóneo es que el proyectil entre en el
cañón sin
agarrarse, pero tampoco demasiado suelto. Lo
ideal es que baje rozando los campos (meseta de las estrías).
Algunos tiradores emplean los proyectiles
tal cual salen de los moldes, especialmente
cuando son sensiblemente de menor calibre,
sub-calibrados. El rendimiento suele ser
aceptable por los motivos relatados
anteriormente. En este caso, y en general,
solemos emplear plomo puro para facilitar la
toma de estrías por compresión. Sin embargo
también es posible emplearlos sensiblemente
endurecidos, aunque no recomendable por lo
irregular de las aleaciones.
Existe una amplia
variedad de formas entre los proyectiles minié,
también en la época fue de la misma manera,
tanto de la ojiva como del hueco en el culote.
Estas variaciones influyen en el vuelo del
proyectil y para un mismo rifle puede ser más
adecuado uno u otro en función de la distancia
de tiro y carga empleada. Son muchas las
variables que influyen en los resultados, pero
es que los ensayos y las pruebas hacen de este
deporte una actividad totalmente lúdica.
La mayoría
de tiradores que participan en alta competición
prefieren fabricarse sus propios proyectiles. De
esta forma tienen un mayor control sobre los
materiales, temperaturas y calidad final de los
mismos. Para ello es conveniente emplear el
mejor molde que podamos permitirnos, y
mientras que para los proyectiles esféricos
podemos decir que casi puede valer
cualquiera de ellos, para los minié de base
hueca recomendamos los de mayor calidad,
Lyman, RCBS etc...
Hoy en día es
posible adquirir en nuestro país proyectiles de
calidad y en casi cualquier calibre,
www.13bolas.com,
por lo que el aspecto más complejo de esta
especialidad queda resumido al engrase y
calibrado posterior. Esta opción nos permite
realizar pruebas con distintos proyectiles y
analizar con cual de ellos se comporta
nuestro rifle de forma más precisa y
regular. No solo el peso y calibre son
importantes, también la forma resulta
definitiva en el vuelo del proyectil, y por
ende en la precisión.