SOBRE LAS ARMAS
En este trabajo
analizaremos las cargas de los revólveres denominados “Army”
(ejército) de calibre .44 y 7,5/8” pulgadas (19/20
cm.) de
cañón. El motivo fundamental es que este tipo de armas son
las mayoritarias entre tiradores deportivos y aficcionados a
quienes está dirigido principalmente este estudio. No
obstante, la mayor parte de este trabajo es trasladable a
cualquier tipo de revolver de percusión (avancarga).
Los modelos de revólver
mas demandados coinciden con los modelos mencionados
anteriormente, en especial el Rémington New Model Army, el
Colt Army y el Rogers Spencer. Tanto en su versión original
como réplicas de estos producidas por diferentes
fabricantes, principalmente italianos.
Aunque no existe el
revólver perfecto, en las competiciones locales, nacionales
e internacionales, la presencia del modelo de Rémington en
calibre .44 es mayoritaria de forma abrumadora. Supongo que
es debido a un mayor equilibrio entre sus características
más destacadas, y unas mayores prestaciones
deportivas que han relegado al resto de modelos. Ello no
significa necesariamente que los restantes
quedan por debajo, pero todos ellos mantienen alguna
característica que los hace menos “deseables”, al menos como
arma de competición.
Precisión, regularidad,
ausencia de puntos débiles, fácil mantenimiento y limpieza,
serían las principales virtudes del revólver ideal y esto lo
cumplen varios modelos que son los mayoritarios en los
campos de tiro.
Originalmente, este tipo
de armas militares se pensaron, diseñaron y emplearon bajo
unas condiciones duras y para un trabajo concreto. Los
proyectiles empleados inicialmente fueron los ojivales, para
los que el ejército facilitaba
cajas de 6 cartuchos que
contenían la pólvora y el proyectil envueltos en un papel
fino combustible. Estos eran muy contundentes pero poco
precisos a media distancia, y pronto fueron substituidos por
cartuchos cargados con la misma cantidad de pólvora,
entre 20 y 24 grain, y proyectil esférico, con
los que se obtenía una aceptable precisión a larga
distancia, 50/75 metros, y un menor retroceso que
permitía una secuencia de tiro mas rápida.
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El Rémington New Model Army es
el mas estilizado de los
revólveres empleados en
competición. |
Los soportes de carga
permiten el uso de las dos
manos.
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Un miembro del equipo
australiano dispara un Roger
Spencer en mundial 2008
Adelaide-Australia.
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Según un manual de 1861
del “Union Army” (enciclopedia GUN) indica que con una carga
de 30 grain (2 gramos) de pólvora y proyectil cilindrocónico
de plomo sin alear y 216 grain de peso, alcanzaba una
velocidad en boca del arma de 250 mts. Cuando se cargaba con
proyectil esférico y la máxima cantidad de pólvora, 38 grain
(2,5 gramos), se alcanzaba la impresionante velocidad de 300
mts. Estos datos valían para los dos revólveres mayoritarios
en el servicio,
Colt Army 1860 y
Rémington
en las variantes en servicio en aquel momento, Beals 1860,
Old Model 1861 y New Model 1863.
La Guía Ilustrada de
Frederic Myatt nos ofrece unos datos diferentes y considero
más próximos a la realidad. Técnicamente lo que nos indica
el manual que mencionamos anteriormente son las cargas
máximas admisibles, porque de haber mas capacidad en la
recámara nos hubiera ofrecido también esos datos. La
realidad es que durante el conflicto (guerra
civil americana)
se emplearon las cajas
de cartuchos que suministraba el gobierno y que en ningún
caso cargaban tal cantidad de pólvora, sino 20 grain de
“fine grain rifle powder”, independientemente del
contratista que los hiciera y del proyectil empleado, y con
estos cartuchos alcanzaban una velocidad en boca de 213 metros
por segundo para el ojival y 235 para el esférico.
El Rogers Spencer
también ha sido motivo de estudio por parte del autor, pero
tras varias temporadas llegué a la misma conclusión que el
mayor Dyer (enciclopedia GUN) del ejército de la
Unión, quien redactó un documento
(arsenal militar de Springfield) en el que se lee entre
otras cosas lo siguiente:
“… el tiro de esta
pistola calibre 44 es bueno, con proyectil ojival de 218
grain y una carga de 24 grain de pólvora, la penetración es
buena; para disparar basta tirar del gatillo; de todas
formas, el largo espacio de tiempo que transcurre desde el
momento en que se tira del gatillo hasta que sale disparado
el proyectil no permite mantener el arma en la mira
correcta; además después de algunos disparos, la pistola se
ensucia y el tambor ofrece alguna dificultad para girar con
la sola fuerza del martillo de armado, por lo que necesita
ayudarse de la otra mano para hacer girar el tambor. En mi
opinión, este arma no es válida para uso militar”.
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Rémington New Model Army
y Roger Spencer en la parte
de abajo.
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Diferente empuñadura entre
el Rogers y el Rémington.
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Las diferencias entre el
Roger Spencer y el Rémington New Model Army
son muy importantes. Véase
la cresta de los martillos
en reposo.
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Técnicamente se refiere
a algunos conceptos que no se tuvieron en cuenta cuando fue
diseñado este revolver y que no existían en su antecesor, el
Petengill Army revólver. En primer lugar el Rogers Spencer
escoge un punto de mira cónico de latón roscado sobre cola
de milano para su ajuste. Este tipo de punto ya era obsoleto
y además el ejército lo había rechazado exigiendo que se
eliminara en el Rémington
New Model Army
modelo de 1863 (ya
lo llevaban los modelos anteriores, Beals 1860 y Old
Model 1861). Pero no acaba ahí todo, el
martillo es tan sobredimensionado que a mitad de su largo
recorrido ya tapa la visión de los elementos de puntería,
por lo que no es posible mantenerla por quedar las miras
ocultas tras la cresta del martillo. Además y debido al
sobrepeso y recorrido del mismo, da sensación de lentitud,
prolongando excesivamente el tiempo que transcurre desde que
se libera el fiador hasta que se produce el disparo.
Actualmente existen
bastantes réplicas de este revólver de buena factura y con
los que se consiguen buenos resultados, ya que tiene algunas
mejoras que no hemos mencionado, destacando la magnífica y
gran empuñadura y el tope de recorrido del fiador de
disparo. Estos dos elementos favorecen el agarre y la
parada, así como el mantenimiento de la misma durante el
disparo.
Respecto de los Colt
Army 1860, no es que fueran perfectos,
pero eran armas
potentes y sin la mayor parte de los defectos comentados
anteriormente. No es casualidad que sean tan conocidos,
pues gracias a la patente tuvieron una exclusividad
que les permitió ser los más difundidos
hasta 1857 en que expiró. Gozaron
de la admiración de los militares, siendo referencia sobre
los modelos de la competencia que eran vistos de forma
exageradamente crítica, aunque ofrecieran claras mejoras
sobre los Colt.
En la actualidad, los
Colt siguen gozando de reputación y un cierto respeto
nostálgico por lo que significaron, aunque no son habituales
en las competiciones por la clara desventaja que presentan,
tanto técnica como práctica. Los elementos de puntería no
ayudan en nada al tiro de precisión, el punto es apenas una
referencia pobre, mientras que la mira trasera, el alza, es
solo una muesca en la parte superior del martillo.
En el último campeonato
del mundo 2010, de entre los 35 primeros clasificados, solo
tres revólveres (Rogers Spencer) no eran Rémington y ninguno de ellos ocupó los primeros puestos. Ningún
participante empleó Colt a pesar del nombre de la
disciplina. Esta es la tónica en la mayor parte de
campeonatos de cierto nivel y un detalle a tener en cuenta.
Otro dato significativo es que de los 94 participantes,
todos emplearon revólveres de calibre .44, excepto tres de
ellos que participaron con “navy” del .36. Lo cierto
es que la exigencia deportiva actual es muy alta y
personalmente, y con los datos mencionados como referencia,
considero que los Rémington están un punto por encima del
resto de modelos.
De lo escrito no debe
extraerse la conclusión de que soy un detractor de Colt,
nada más lejos de la realidad, pero si pienso que la patente
les dio una exclusividad y protección contra la competencia,
que impidió a los revólveres de este fabricante evolucionar
de forma natural, mejorando los aspectos indeseables.
En 1860 era un revolver primitivo que se mantuvo gracias a
las enormes necesidades militares del momento.
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Del Rogers Spencer solo se
produjeron 5500 unidades y
no llegaron a ser empleados
en la guerra civil
americana, por lo que es
posible encontrarlos en un
estado mas que aceptable. El
de abajo es réplica. |
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En la parte superior un
Rémington New Model Army,
y abajo un Colt Navy, ambos
originales.
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Respecto de los
revólveres europeos de percusión, fueron muchos y muy
diferentes entre si, aportando mejoras (fiabilidad
principalmente) en cuanto a diseño y facilidad de empleo,
siendo la mayoría de ellos poco conocidos. Poco podemos
aportar dada su escasa producción y múltiples modelos
aparecidos. En la actualidad
son mas piezas de colección
que armas que puedan ser empleadas en el tiro deportivo.
Tampoco ayuda que no se hayan producido réplicas de los
mismos, exceptuando el francés “Le Matt” que por su rareza y
peculiaridad solo tiene cabida entre las réplicas para
aficionados y coleccionistas,
pero no en competición.
De todo lo mencionado
podemos extraer la conclusión de que el Rémington de calibre
.44 es el arma mayoritaria entre las armas originales que
compiten en la disciplina de Colt. Mientras que en Mariette
(réplicas), aun siendo mayoritario,
comparte espacio con el Rogers Spencer,
especialmente con la réplica que produce Feinwerkbau.
Con este modelo se obtienen los mejores resultados, similares o por
encima de algunos Rémington, no tanto si lo
comparamos con el producido por Hege que
parece que se impone entre las réplicas de mayor nivel.
En la adquisición de un
revolver de percusión, no solo deben tenerse en cuenta los
resultados deportivos, ya que sobre este tipo de armas
existe una cierta nostalgia por lo clásico y un interés
histórico por lo que significaron en la historia del mundo
contemporáneo. Y es por ello que existen defensores y
detractores de unos y otros. Personalmente y por estética,
me gustan “casi” todos, especialmente los americanos, y con
ello formo parte de la inmensa mayoría de aficionados a este
tipo de armas.
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