Preguntas más frecuentes sobre las pistolas de mecha Tanzutsu |
Tanzutsu es la disciplina del MLAIC que se practica con pistolas de mecha de estilo japonés.
Actualmente no hay muchas donde elegir y a decir verdad solo conozco la réplica del fabricante español ARSA. En la década de los 90 se fabricaron en nuestro país algunas series de pistolas japonesas que no tuvieron la repercusión esperada. Actualmente y al existir una modalidad específica, Tanzutsu, hay un resurgir en este tipo de pintorescas pistolas de mecha.
Exclusivamente con pólvora negra de fabrica y que hayamos adquirido en su envase original y precintado. La pólvora negra no es tan peligrosa como las modernas nitrocelulósicas y sobrepasarse en la carga no conlleva generalmente mas que un fuerte retroceso, pero debemos ser muy cuidadosos y NO EMPLEAR JAMÁS NINGÚN OTRO TIPO DE PÓLVORA, ya que nos pondríamos en grave riesgo.
No existe ninguna carga tipo, como no existen unas prestaciones estandarizadas de las diferentes pólvoras negras, pero por lo general y con pequeñas diferencias, podríamos considerar que entre 1,2 y 2 gramos de pólvora (18/30 grain) es lo correcto para una pistola cuyo calibre oscile entre los 10/12 m/m (.40/.48). Posteriormente y en función del arma y características de la pólvora, adaptaremos la carga aumentando o disminuyéndola.
Las pistolas de mecha originales son una rareza y aunque ocasionalmente sale alguna a la venta, su precio suele ser alto o muy alto.
Originalmente se fabricaron muchos tipos o modelos, pero la mayoría
con el mismo denominador común, eran como los “teppo” (mosquetes)
pero mas cortas. Ambas armas son de difícil encare por la forma de
la culata,
excesivamente corta para el mosquete y excesivamente recta en la
pistola. Las pistolas de mecha son armas nada predispuestas al tiro
deportivo, su configuración no facilita el agarre y menos aun
la toma de miras.
- Partiremos de un arma perfectamente limpia y seca de aceites, - Comenzaremos por introducir un alambre por el canal de fuego para evitar que se obstruya con granos de pólvora. - A continuación y con el cañón apuntando hacia arriba, insertamos el embudo con tubo prolongador y vertemos la dosis de pólvora. - Seguidamente introduciremos el proyectil esférico y lo atacamos con la baqueta de carga hasta hacerlo descansar sobre la pólvora. En caso de cargarlo envuelto en un calepino, proceder de la manera mencionada en los apartados de pistola anteriores. - Con la pistola ya cargada, solo nos resta extraer el alambre del oído y cebar la cazoleta con polvorín fino, cerrar la cobija y colocar con cuidado la mecha en el serpentín, asegurándola con un alfiler (el reglamento MLAIC obliga a que esté asegurada en el momento del disparo para evitar que salga despedida con las consecuencias que puede acarrear al estar encendida). - Ya tenemos la pistola cargada, cebada y armada, solo nos resta efectuar el disparo sin mucha dilación, pues la mecha está consumiéndose.
La mecha encendida debe protegerse con un bote, aunque no es la mecha lo que necesita protección, sino los demás elementos que componen la carga y especialmente la pólvora y el polvorín de cebo que mantendremos alejados del bote donde guardamos la mecha encendida. El reglamento especifica que la mecha debe estar protegida de forma que el cabo encendido no sea visible.
Después de su uso y en el campo de tiro, es conveniente que aceitemos convenientemente el interior y exterior del cañón para evitar la rápida oxidación del mismo debido a los residuos salinos de la pólvora negra que son altamente higroscópicos. Ya en nuestra casa, sacaremos el cañón y lo introducimos por la parte del oído en un recipiente de material plástico que habremos llenado de agua caliente. Con un cepillo de los de higiene dental limpiaremos la zona del oído y alrededores. Posteriormente emplearemos un trapo de bayeta que introduciremos con nuestra baqueta de carga y limpieza (provista de lavador y salvabocas) y bombearemos agua a través del oído, de forma que quede limpia el ánima por frotamiento y el canal de fuego por la turbulencia del agua caliente en su circulación. Una vez limpio, procederemos a secarlo exteriormente con una toalla o similar y a continuación con trapos de bayeta secos actuaremos igual que antes pero bombeando aire hasta que estemos convencidos que el ánima este seca, incluyendo el canal de fuego. En caso de que alberguemos dudas, calentar la zona de la recámara con un secador de aire caliente y después lubricar interior y exteriormente. La llave nos llevará poco tiempo limpiarla, secarla y lubricarla, por lo que obviaremos los detalles.
No es necesario, el agua es el mejor disolvente para los residuos de la pólvora negra, que son todos ellos solubles en agua.
Partiendo que ya tenemos el arma, la pólvora, la mecha y los proyectiles adecuados, necesitaremos los siguientes accesorios: - Una baqueta de carga y limpieza. - Un embudo de carga con tubo prolongador. - Un mazo de carga e inicio, o en su defecto, un mazo y un iniciador. - Un cebador de cazoletas (puede valer un tubo de plástico)
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Web master.- José Ramón Galán |